La intuición exige educación

 

«El encuadre intuitivo general de una imagen es siempre más importante

que la ubicación de los detalles «

Edwin Westhoff

Fotografía © Harry Gruyaert. Jaisalmer, 1976

Cada vez que salgo a la calle a realizar fotografías (debo confesar que lo hago muy a menudo) no pienso en ninguna regla, en ningún fotógrafo y en ningún concepto. Me dejo llevar por lo que me dicen las tripas y para decirlo de una manera más poética: me dejo llevar por la intuición.

Sin embargo, al volver muy contento a casa con mis nuevas fotografías, comienzo a  valorizarlas (algo que también hago muy a menudo) y soy muy autocrítico. Y en esa fase se desvanece la virginal alegría inicial y comienza el auténtico trabajo: educar esa intuición para no volver a cometer los mismos errores en la próxima salida. Con el tiempo “esa educación” requiere asistir a alguna charla o taller de fotografía que proponga estrategias para resolver algún problema visual no percibido antes. O simplemente “leer” a los grandes maestros (subrayo grandes maestros y no grandes influencers) para aprender: nunca viene mal y nunca es tarde.

 

Fotografía © Lee Friedlander. New Orleans, 1969

Con todo este juego de palabras, lo que quiero expresar es que hacer fotografías es pura intuición pero exige (nos debemos exigir) educar esa intuición. De esa manera, nuestra mente (la auténtica cámara fotográfica) irá naturalizando ciertas estrategias, ciertas lecturas visuales que les puedo asegurar, no le quitan ni un ápice de frescura a la intuición. Todo lo contrario, esa naturalización mental de ciertas variantes compositivas harán más rico el camino de la intuición: un verdadero oasis de incertidumbre que cada fotógrafo tiene latente “en sus tripas”. Y eso, queridos lectores, es algo intransferible y cada fotógrafo tiene su propio libreto de ello.

 Pero lo que yo intento subrayar en el texto de hoy, es que debemos exigirnos en la educación para no pauperizar a la fotografía. Y no hablo sólo de estudiar las mejores cámaras, o leer a los mejores críticos de arte, o a los más sofisticados programas de post producción fotográfica. Hablo de educarse en el maravilloso mundo de cómo “ver” una composición sin reglas, sin atajos y dogmatismos. La buena composición es pura intuición mejorada. Y ese es el mejor atajo para profundizar. Me gusta comparar a la intuición fotográfica con el pulso (o swing) del jazz. En otras palabras, el swing en la fotografía es como el nivel de cohesión rítmica que tiene una imagen. Y ese ritmo está dado por la sinergias apropiadas de cooperación entre el fotógrafo, la intuición y la educación en la composición.

Fotografía © Guy Le Querrec Guinea Ecuatorial, 1990

Me permito un pequeño apartado en el swing del jazz para entenderlo en la fotografía: “si uno escucha las secciones rítmicas más innovadoras (por ejemplo, la orquesta de Count Basie de preguerra, el trío de Bill Evans de principio de los ’60 del siglo pasado, los grupos de Miles Davis y John Coltrane de mitad de esos años o los conjuntos liderados por Vijay Iver, Brad Mehldau y Jason Moran hoy), se oye en tiempo real cómo se da un tipo paradójico de cooperación. Los músicos se adaptan unos a otros, insistiendo al mismo tiempo en sus propias prerrogativas, de alguna manera se amoldan y exigen a la vez. Este intercambio gratificante da como resultado una sinergia  integral que surge de la mezcla de las personalidades individuales. El puso de la música se siente vivo y potente” señala Ted Gioia en su libro Cómo escuchar jazz.

La intuición exige educación y  ese es el mayor reto en estos tiempos en donde creemos que todo es más fácil con la fotografía digital y con la evolución (¿involución?) de Internet. Ya que he caído en la cuenta que la mayoría de las fotografías que circulan en las redes sociales (y lo digo sin ánimo de criticar a nadie) sólo nacen de la intuición pero brillan por la ausencia de una composición sólida (y no hablo de reglas). Y así el lenguaje fotográfico se banaliza. Y eso se debe a la falta de educación. Y quiero ser optimista: aún estamos a tiempo de cambiar por el bien de la fotografía.

Hasta pronto!

Acerca de marcelocaballero

Marcelo Caballero. Fotógrafo, poeta
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Una respuesta a La intuición exige educación

  1. marga dijo:

    Me gusta mucho este texto, lo siento asi…saludos cordiales

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