Historia de una fotografía icónica americana

11 de septiembre 2011 Nueva York © Thomas Hoepker

La historia de esta imagen es extraña,  tortuosa pero también ambigua, de variada
interpretación según desde donde se la observe. 
Su explicación puede llevar a reflexionar
sobre el valor icónico que puede tener una fotografía en su momento y mucho
tiempo después.
En la época que ocurrió el atentado a las Torres Gemelas ,  el fotógrafo de Magnum, Thomas Hoepker decidió
no publicar esta instantánea porque según su opinión, tenía una fuerte carga
simbólica y no era conveniente mostrar aquello en un contexto  de gran tragedia nacional.
Según el fotógrafo alemán,  la fotografía mostraba, sin lugar a dudas,  a un grupo de jóvenes sentados en el litoral
de Brooklyn “ totalmente relajados, como
en una tarde cualquiera”
.
Sentía que la imagen era ambigua y confusa. La publicación
de la misma podía distorsionar la realidad tal y como lo había sentido yo  en ese día histórico que había visto y leído
acerca de la compasión de los neoyorquinos hacia las familias afectadas, los
actos de heroísmo de los bomberos, polícias y ayudantes anónimos
” señaló
Hoepker a la revista neoyorquina Slate.
De esa manera, el único fotógrafo alemán de Magnum no dudó en publicar,
cinco años después,  la ambigua fotografía
como tapa de su libro  Fotografías 1955 –2005.
A tono con todo esto, el prestigioso columnista del diario The New York Times,
Frank Rich señaló  que “ los jóvenes de la foto de
Hoepker no son necesariamente crueles. Son sólo americanos”.  
Según Rich,  la fotografía refleja  la división y el desánimo del americano en
la actualidad.
No piensa lo mismo  el editor de Slate, David Plotz quien cree que fue una manipulación de Hoepker al querer transmitir con la fotografía,  la sensación que los jóvenes americanos le daban la espalda (metafóricamente hablando)
a una nación.
¿Ustedes que pensáis de esta fotografía para enriquecer la reflexión?

Acerca de marcelocaballero

Marcelo Caballero. Fotógrafo, poeta
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8 respuestas a Historia de una fotografía icónica americana

  1. Como todas las grandes fotografías, ésta y la reacción que produjo dicen más del que mira que del fotografiado. ¿Indiferentes? ¿Por qué? ¿Qué deberían estar haciendo, llorar mientras se revuelcan por el suelo para mostrar que lo que está pasando les importa? Yo pienso que lo hipócrita es decidir cuál deber ser la reacción "normal" que uno debe tener, y juzgar como suficientemente patriota (o no) según esa reacción. Para mí, lo que la foto muestra es cómo una nación opulenta, desarrollada, rica, no está a salvo de ser golpeada por el terrorismo. Y cómo puede pasar cualquier día de verano, de manera inesperada, justo mientras tú estabas tranquilamente paseando con tu bici y tomando el sol.

    Por cierto que cuando la foto se publicó, una de las mujeres que sale en la foto acusó a Hoepker de mentir, con el mismo argumento de la indiferencia que parecen mostrar, y también de haber sacado la foto sin su permiso.

  2. ercanito dijo:

    Siempre hay una mente que se afana en retorcerlo todo. En este caso, independientemente de lo que cada uno opinemos de esta fotografía, D. Plotz llama manipulación a la interpretación, y es una aseveración peligrosa dado que anda por los terrenos de la libertad de expresión y pensamiento. Este señor posiblemente se hubiera referido a la fotografía como cualquier transeúnte, y posiblemente no como editor, porque da la sensación de cierta implicación emocional en la masacre (lo cual es lógico). Digo esto porque la fotografía no habla de la noticia en sí (en tal caso sería una mala foto), sino que habla de la vida, la propia vitalidad del ser humano, su razón de existencia y la capacidad-necesidad de continuar pese a la adversidad y la fatalidad. Como editor tiene la capacidad de discernir la naturaleza de la foto y no lo demuestra.

    Por otro lado, debemos aceptar también que la foto tiene su punto de mala leche. La fotografía ofrece la opinión del fotógrafo en ese momento, seguramente una opinión transitoria (no creo que Hoepker en ese momento fuera plenamente consciente de la repercusión tan brutal que acabaría teniendo el atentado), pero que sin esa aparente tranquilidad de los personajes no había foto lo sabemos todos los que miramos por el visor con cierta asiduidad. Ahora, que tire la primera piedra el que al ver una escena así hubiera dejado la cámara en off.

    La decisión de no sacar a la luz la fotografía también puede interpretarse de tres modos: desde el respeto que como ser humano se le debe a las víctimas del atentado, por cobardía y miedo a la crítica (recuérdese la foto de Carter), o incluso por una mezcla de los motivos anteriores. Las tres opciones me parecen respetables.

    En cualquier caso, como siempre, el poder evocador de la imagen fija acaba llamando la atención de propios y extraños. Y que siga siendo así.

  3. Cesc Giralt dijo:

    Pues a mí me parece que "tots plegats" se comen demasiado la olla. Los tíos están como hubiera estado otro cualquiera en esa situación; la foto recoge una fracción de segundo de un hecho que duró horas. Es una gran foto y punto.

  4. La Vida sigue…antes y después.
    Saludos.

  5. Jan Puerta dijo:

    No entiendo nunca las polémicas que se suscitan a través de un instante plasmado en una fotografía. El segundo anterior y el posterior seguro nos daría una visión diferente. O quizás nos reafirmaría en la misma.
    Un abrazo

  6. Jaime dijo:

    Leyendo unas palabras en un artículo sobre el recién premiado en PhotoEspaña García-Alix, me vino a la cabeza este post; copio y pego:
    "Siempre es un juego mirar por la cámara. No es la realidad lo que vemos, sino lo que queremos ver, siempre filtrado por una emoción."
    Si quereis leer el artículo…
    http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/06/21/madrid/1340295262_686337.html

  7. Muchas gracias a todos por los comentarios!! Ayudaron a enriquecer la reflexión!

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