Las fotografías de Sylvia Plachy poseen esa poesía visual
que de tanto “leerlas” se vuelven etéreas y perduran en el tiempo como una
melodía que sigue sonando en mi cabeza.
que de tanto “leerlas” se vuelven etéreas y perduran en el tiempo como una
melodía que sigue sonando en mi cabeza.
Plachy en el catálogo “De Reojo, out of the corner of my eye”
(La Fábrica 2007) reflexiona sobre su fotografía y algunas vivencias que me gustaría compartir con
ustedes porque creo que vale la pena. Espero que la disfruten tanto como yo.
(La Fábrica 2007) reflexiona sobre su fotografía y algunas vivencias que me gustaría compartir con
ustedes porque creo que vale la pena. Espero que la disfruten tanto como yo.
El perro del ermitaño 1993 © Sylvia Plachy |
Budapest 1991 © Sylvia Plachy |
“La vida y el arte tiraban de mi en direcciones opuestas y
aún lo siguen haciendo. Pero ahora, después de 25 años haciendo fotos, mi
cuerpo se pliega a sus demandas. Estrábica, ya no sigo caminos paralelos; mi
ojo derecho busca, hambriento, visiones, mientras mi ojo izquierdo se encarga
de que no tropiece. Llevo conmigo esos pesos pesados, mis cámaras, a donde
quiera que vaya. Quizá, sin anclas, flotaría”.
“Diez noches antes de morir; mi amigo, el maestro de la
fotografía André Kertész, tropezó y cayó al suelo cuando volvía a la cama
después de apagar la luz del pasillo. Como tenía 91 años y fiebre, no tuvo
fuerzas para levantarse, y se quedó dormido allí mismo, sobre el suelo de su
apartamento. Cuando el alba, abrió los ojos: <<¡Qué curioso! Qué luz tan
agradable…Qué perspectiva tan interesante.¿Dónde estoy?>>”
fotografía André Kertész, tropezó y cayó al suelo cuando volvía a la cama
después de apagar la luz del pasillo. Como tenía 91 años y fiebre, no tuvo
fuerzas para levantarse, y se quedó dormido allí mismo, sobre el suelo de su
apartamento. Cuando el alba, abrió los ojos: <<¡Qué curioso! Qué luz tan
agradable…Qué perspectiva tan interesante.¿Dónde estoy?>>”
© André Kertész |
“A veces cuando menos lo espero, veo una escena que ya había
visto antes en una fotografía de Kertész, Lartigue o Sander. Y aunque a veces
dudo, hago la foto como una forma de quitarme el sombrero ante un maestro”.
visto antes en una fotografía de Kertész, Lartigue o Sander. Y aunque a veces
dudo, hago la foto como una forma de quitarme el sombrero ante un maestro”.
New York 1988 © Sylvia Plachy |
“En una sesión fotográfica, ofrecemos nuestra mejor imagen
para la inmortalidad. En Hungría, el verbo que se emplea para decir
<<fotografíar>> es megörökiteni y significa <<hacer que algo
dure para siempre>>”
para la inmortalidad. En Hungría, el verbo que se emplea para decir
<<fotografíar>> es megörökiteni y significa <<hacer que algo
dure para siempre>>”
© Sylvia Plachy |
Las imágenes en los espejos y las ventanas, nunca duran. Los
reflejos en un charco son muy breves, pero cuando atrapo una visión a través
del objetivo de mi cámara, no puede escapar”.
reflejos en un charco son muy breves, pero cuando atrapo una visión a través
del objetivo de mi cámara, no puede escapar”.
London 1993 © Sylvia Plachy |
“Al pasar junto al escaparate me sorprende ver mis reflejos,
parezco tan arrugada y cansada. Miro hacia otro lado. El espectro me sigue,
asomando por aquellas superficies reflectantes, insistentemente. En el suelo,
me acecha en forma de sombra. Solíamos ser como gemelos. Pero, hoy, le doy la
espalda y me dispongo a reflejar el mundo”.
parezco tan arrugada y cansada. Miro hacia otro lado. El espectro me sigue,
asomando por aquellas superficies reflectantes, insistentemente. En el suelo,
me acecha en forma de sombra. Solíamos ser como gemelos. Pero, hoy, le doy la
espalda y me dispongo a reflejar el mundo”.
Mississippi 2009 © Sylvia Plachy |
La mayoría de los marcos mueren con las fotografías a las
que están unidos. Quizá una excepción sean los marcos que contienen fotografías
de personajes políticos. Estaba en Belgrado, en 1992, después de que cayera el telón
de acero, con Yugoslavia en guerra. En la pared de la oficina de un burócrata
colgaba todavía un marco vacío en el que antes había figurado el retrato del
mariscal Tito, un hombre que había sido él mismo, durante mucho tiempo, el
marco de aquella nación discordante.
que están unidos. Quizá una excepción sean los marcos que contienen fotografías
de personajes políticos. Estaba en Belgrado, en 1992, después de que cayera el telón
de acero, con Yugoslavia en guerra. En la pared de la oficina de un burócrata
colgaba todavía un marco vacío en el que antes había figurado el retrato del
mariscal Tito, un hombre que había sido él mismo, durante mucho tiempo, el
marco de aquella nación discordante.
Dachau 1995 © Sylvia Plachy |
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El libro de Planchy lo están vendiendo en La Fábrica por 6 euros…
así es, yo lo he comprado en el mercadillo de esta semana.