Edward Ruscha (1963) |
Cuando en 1952 un grupo de jóvenes pintores, escultores, arquitectos y críticos ingleses desafiaron la visión modernista de la cultura así como la perspectiva tradicional de ver las cosas, no sabían que estaban tomando una posición crítica artística hacia una cultura que se les antojo ponerles el neutro sustantivo “pop” que más tarde floreció en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos.
La ironía y la parodia de la realidad mundana e impersonal fueron los caminos que utilizaron estos artistas en su forma de aproximarse a una sociedad de consumo de post guerra que estaba floreciendo.
En ese contexto, fotógrafos como Lee Friedlander, Garry Winogrand, Joel Meyerowitz, Richard Kalvar o Bruce Gilden, entre otros, entendieron este mensaje.
Y con sus cámaras y sus miradas dieron música y letra a la fotografía de calle y la emparentaron definitivamente con la cultura pop, la sociedad de consumo y las ciudades.
De esa manera, los vínculos visuales con esa generación siguen marcando la mirada actual de los fotógrafos de calle principalmente en el interés por los elementos presentes en la vía pública ( carteles publicitarios, grafitties, mobiliario, personas, perros, vehículos, arquitectura).
Y la forma en que relacionan todo ello en una instantánea (sin montajes) radica el atractivo visual de este sub género documental.
En lo personal, lo que más me agrada al hacer fotografía de calle es la elección que hago de ciertos colores que aparecen por la ciudad. Y esto no es accidental. Ya que desde siempre me ha agradado la mezcla de colores que hacían los pintores del Pop Art de los ‘60 y que, por suerte, no me es dificil localizarlos en los ámbitos urbanos que frecuento como por ejemplo en algunos elementos kitsch del mobiliario público:
Argelès- sur- mer – Catalunya Nord – Francia |
También en la vestimenta de algunas personas:
Rambla – Catalunya |
O en los mercados:
Mercado de las Pulgas – Castellò d?Empúries – Catalunya |
Por último, se me ocurre afirmar que – a pesar que la fotografía de calle no tiene la fuerza secuencial de un reportaje periodístico – a través de la ironía, el humor, la parodia o el color se cristaliza una crítica de fondo a ciertos espacios públicos. En todo caso, no serán temas de actualidad pero si, serán reflexiones hacia la sociedad que vivimos y cada fotógrafo de calle tendrá su propia mirada al respecto. Por eso me gusta todo ello.
Buen fin de semana!!
Buen argumento, mejores fotos!.
Un abrazo también desde la "Calle Treinta y Cinco"..
Gracias Rafa!! buena vida a Calle 35!!