El calor poco a poco se está asentando en Catalunya. Y como en toda España, ayer fue un domingo propicio para pasear por la playa y despejarse frente a un Mediterráneo cristalino y ansioso de veraneantes. ¿Cómo será el turismo vacacional por la Costa Brava en este año de crisis?.
Pero yo opté por dirigirme a la Jonquera, un pequeño y bullicioso pueblo ubicado sólo a un paso de la frontera con Francia, para conocer el Museo Memorial del Exilio (Alt Empordà – Catalunya).
Visitar este museo no era a priori para mi una visita cualquiera. Llevaba en mi cabeza demasiadas historias recientes de éxodos y migraciones. Recuerdos de compatriotas en exilio forzoso durante la última dictadura militar argentina. Recuerdos de miles de españoles exiliados en mi país añorando volver a sus tierras que, de alguna manera, les habían quitado. Y no tanto recuerdo, más bien una actualidad muy triste como la situación de la colectividad latina en EEUU que protesta por la llamada Ley de Arizona que criminaliza la inmigración y permite a la policía revisar a cualquier persona en la calle para saber si tiene papeles. ¿Que pasaría si esta situación llega a España?
En fin…. con todo este pensamiento a cuestas y con un nudo en el pecho, traspasé las puertas de este monumental edificio. Inaugurado en enero del 2008, el museo fue erigido como un espacio para la memoria, historia y reflexión del exilio de los vencidos de la Guerra Civil de España y Catalunya.
Nombres de exiliados – Museo del Exilio |
Adentro se puede palpar de una manera muy amena y didáctica el atropello de los totalitarismos y los fascismos. También se puede visualizar los nombres de miles de exiliados republicanos escritos en las paredes de varios salones como señal desgarradora por tanta guerra.
Estos espacios de memoria virtual cuenta con una base de datos interactiva con los nombres de los exiliados y permite a los visitantes añadir información a la lista con casos de familiares o conocidos.
En el salón principal que está ubicado en la primer planta hay muchas fotografías y recuerdos del exilio que no tienen desperdicio. Me horrorizó ver en la entrada una imagen en tamaño gigante de Franco con Hitler a la que no pude ni quise sacarle una fotografía.
Pero si lo hice con la impresionante fotografía captada por Francesc Boix de los niños desnudos en el campo de concentración de Mauthausen donde este fotógrafo republicano estaba deportado. Su obra fotogràfica fue clave en el conocimiento y divulgación posterior del genocidio nazi.
Imágenes de Francesc Boix – Primera planta |
También se encuentran, entre muchas cosas importantes, algunos dibujos que realizaron durante sus exilios artistas como Josep Franch Clapers y Josep Bartolí. Y la V. Bittner Junior 620, cámara fotogràfica alemana con la cual el republicano Lluis Royo Ibañez captó imágenes memorables de la liberación de París.
En el segundo piso destacan fotografías de Agustí Centelles y Frank Cappa y algunos videos documentales del exilio forzoso a Francia por precisamente La Jonquera (segundo piso),
El museo, además, muestra instantáneas de fotógrafos actuales, como Robin Townsend, Francesc Abad, Pilar Aymerich Puig o Nicole Bergé que recrean el tema de la memoria y el exilio.
Luego de marcharme, me perdí por las estrechas y transitadas calles del pueblo pero no pude dejar de pensar en la pocas visitas que recibió el MUME ese día.
Creo que fueron unas seis personas, mi novia y yo. Y eso que era domingo.
Entonces pensé que quizás la gente optó por ir a la playa, una opción que yo obviamente deseché.
Videos interactivos – Primer Piso |
Muy interesante y las fotos, como siempre, buenísimas!
Gracias, Annie!!
Molt bon reportatge Marcelo, m'ha agradat molt!
Anna
Graçies, Anna!!
Excelente blog. Saludos desde México