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El viaje duró una hora desde Ulán Udé y tenía un destino final a treinta kilómetros de la ciudad. El monasterio budista lamaista de Ivolginsk Datsan es único en Rusia. Fue emocionante contemplarlo a los pies de la cadena montañosa de Khamar- Daban.
Bajo las espaldas del complejo monástico se remonta una larga y rica historia de 200 años. Salvo por las rígidas medidas soviéticas que lo llevaron a la clausura durante un tiempo, el monasterio en 1946 volvió a la misma vida de antes.
En todo ello pensaba mientras recorría su interior al compás de OM MANI PADME HUM que sonaba desde los altavoces del complejo habitado por gente de la región totalmente mixturada en las tradiciones de Mongolia.
“Me gustaría conocer alguna vez Lhasa – expresa entusiasmado Chingis- creo que cuando termine mis estudios lo haré….iré en peregrinación al Tibet“. Este estudiante local de tercer año del monasterio necesita dos años más para terminar sus estudios. “Esta escuela de virtud es como una rama de la tradición Mahayana de la orden Gelugpa del Dalai Lama“ dice el joven de tan sólo 23 años y resulta gracioso verlo envuelto en los tradicionales hábitos carmesí.
El monasterio alberga a 30 lamas y posee una peculiaridad que lo hace distinto a otros : se pueden casar pudiendo sus familias residir con ellos en el complejo. El Dalai Lama los visitó en 1998 y observó esta particular situación. Entonces el jefe espiritual tibetano no dijo nada. Comprendió que ello era parte del contexto en que vive arraigada esta gente, en las costumbres ancestrales rusas.