El triángulo más querido

.

«En la escritura el dominio de la ortografía no tiene nada que ver con la comprensión de la poesía» Josef Albers

.

El triángulo de Goethe

«Probablemente es el sistema más condensado y claro de presentación de un orden  esencial dentro del vasto mundo del color.

El triángulo de Goethe

Dentro de las 2 dimensiones de un triángulo equilátero – subdividido en 9 triángulos similares- hay 3 primarios, 3 secundarios e, inesperadamente, 3 terciarios, todos ellos muy sensatamente colocados.

El primero de los 3 tríos, que es el que contiene los contrastes de color más fuertes, es el que aparece más separado, en los extremos, esto es, en las 3 esquinas. Apropiadamente, el amarrillo y el azul (según Goethe, <los 2 únicos colores puros> y <el contraste primigenio> ocupan la base.

Y el rojo (<el medio entre ellos>) está arriba, en el ápice, también separado pero en un lugar medio.

Los secundarios, menos opuestos, están en el centro de los bordes exteriores, y los terciarios, que son los más próximos, o los menos diferentes, lógicamente se encuentran todavía más en el centro.

La figura del texto muestra otros 3 agrupamientos (también debidos a Goethe) que invitan a seguir estudiando las relaciones dentro de los grupos y entre ellos. Sugerimos copiar los 9 agrupamientos con papel de calco (del triángulo de Goethe) y recortarlos como plantillas para efectuar otras comparaciones.

Nos sorprende que el triángulo de Goethe, fundamental y al mismo tiempo bello, haya sido tan poco publicado. También queremos mencionar que Goethe dijo que su teoría del color (que ocupa varios volúmenes) era <su hija más querida>»

Texto extraído de Teorías del color. Capítulo 24.  Interacción del color de Josef Albers

Nota: Josef Albers, uno de los más influyentes artistas – educadores del siglo XX, formó parte de la Bauhaus alemana en la década de 1920. En 1933 emigró a Estados Unidos donde formó parte del equipo docente de varios centros universitarios, entre los que se encuentra la Universidad de Yale. Y en 1971 se le dedicó en vida una exposición retrospectiva en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.