La Epopeya de Gilgamesh, la obra épica sumeria más antigua conocida, cita el nombre de “Adana” como una referencia geográfica ubicada en la actual Anatolia turca. Y estamos hablando de una historia de más de 3.000 años.
En la actualidad, Adana es una metrópoli muy cosmopolita, la quinta ciudad de Turquía; famosa, entre otras cosas, por su gastronomía y porque allí nació el gran compositor y virtuoso flautista Omar Faruk. Sin embargo, Adana también está en el firmamento fotográfico contemporáneo gracias a dos buenos fotógrafos documentales.
El primero, Arif Asci, se hizo conocido en Occidente con «Silk Road» trabajo realizado junto con otros 4 fotógrafos ( cruzó la Ruta de la Seda de China a Turquía en 18 meses) y fue expuesto en 1999 en el Visa pour l’Image en Perpignan. Luego, se hizo conocer en el mundo de la fotografía urbana a través de Street Photography Now en el 2011.
De todos sus proyectos, me gustaría mencionar especialmente: Istambul Panorama (2010), trabajo realizado en blanco y negro con una cámara panorámica 6 x 17.
“Estambul es una ciudad en blanco y negro, una ciudad donde las casas dan la espalda al sol y donde una sombra es un poco vaga, enigmática y sensual. El viajero que abandona las oscuras aguas del Bósforo se ve primero abrumado por una ópera de sonidos donde el rugido de las sirenas de los barcos, el crujido de los tranvías, el susurro de las conversaciones en los cafés, el chirrido de los neumáticos de los autos, el chapoteo de Olas, llamadas del muezzin, el zumbido de las melodías tradicionales se mezclan en una banda sonora enérgica … Luego viene la luz” señala Le Monde sobre el trabajo de Asçi.
Sin embargo no se encasilló en el monocromatismo y también trabajo el color panorámico (con una cámara Linhof 6 x 12) en, por ejemplo, Seul.
“No puedes controlar o capturar Seúl, así que ella te captura de inmediato. Digo deliberadamente <ella> porque la ciudad es bastante femenina. Los colores de los tejidos usados por las mujeres coreanas son tan únicos que rápidamente comencé a jugar con estos coloridos diseños. Y creo que la ciudad generalmente tiene un color especial: el verde jade” comenta el fotógrafo turco que vive actualmente en Estambul.
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El segundo fotógrafo que quiero mencionar de la escuela de Adana es Ózcan Ağaoğlu cuyo trabajo conocí de mi reciente visita a Estambul en donde adquirí In the Dark (2017).
Este proyecto le llevó, a través de 101 fotografías y unos cuantos años, a deambular por Estambul, Praga, Nueva York, Barcelona, Teherán, Beirut y otras ciudades explorando la vida nocturna.
Ağaoğlu compara la noche con un mago espiritual. “La noche nos transforma en lo que queremos ser. De hecho, para muchos de nosotros, estos momentos significan desafiar sus propias ideas y límites, y es por eso que siempre es una especie de revuelta permanecer dentro de la oscuridad”.