Límpida, suave
cristalina y tantos adjetivos más
hasta descorchar lo negro de la sombra
y aparece el velo de la identidad.
.Y sorprende a la luz con tu semblante
y da equilibrio, sin caerse en algo nimio,
en yuxtaposiciones,
sin someterse a la noción de un rostro anónimo.
Pero allí no se acaba,
la sombra es el comienzo
y también la incertidumbre de un final.
Explosión y génesis
emoción y canción.
«Self portrait» bajo una marea de luz
que contrasta en las líneas y las formas.
A veces pienso que es como entrar en el jazz modal
Miles, Trane…
también en un haikus
en una emoción contenida
en la sombra de mis heterónimos
disfrazados en sombras chinescas
tan independientes
tan creativas
y tan profundas que dejan de ser dependientes de mi.