Este año, mientras visitaba una librería durante el reciente Festival de Arlés, me encontré con un pequeño libro de un fotógrafo coreano que desconocía hasta ese momento: Han Youngsoo (Life in Seoul Les Rencontres Arles 2014). Y creí que pertenecía a una nueva generación de fotógrafos coreanos.
Mi sorpresa fue aún mayor cuando descubrí que esas fotografías fueron realizadas hace 60 años en una Korea que salía de una cruel guerra y como un buen humanista, Younsoo retrató la vida de su gente en las calles y lo hizo con un gran de composición: muy versátil, diferente y con un nivel muy alto de composición y potencia visual.
Me hizo recordar mucho a los fotógrafos vanguardistas de la escuela de la New Bauhaus pero especialmente a André Kertesz por el uso de verticales y composiciones audaces en picado o contrapicado.
Por todos esos motivos, lo considero un fotógrafo modernista como lo es también, Lee Friedlander. Fotógrafos que pertenecen u un linaje de creadores visuales cuyos trabajos maduran a medida que pasa el tiempo. Y no dejan de sorprenderme la vitalidad visual de miradas como la de este fotógrafo coreano que es uno de los grandes maestros de la fotografía de ese país.
El International Center of Photography le hizo en el 2017 una exposición retrospectiva y ante ese extraordinario evento, sus organizadores comentaron en su página que “después de participar en amargas luchas en primera línea como un joven soldado surcoreano durante la Guerra de Corea (1950-53), Han Youngsoo regresó a Seúl al final del conflicto y encontró una ciudad devastada y empobrecida. Al elegir la fotografía como profesión, fue testigo de un período de profunda transformación en Seúl que vio la rápida creación de una ciudad moderna y una sociedad urbana. Sus fotografías, que rara vez se han visto fuera de Corea hasta ahora, ofrecen una ventana fascinante a la cambiante vida cotidiana de los habitantes de la ciudad durante un momento histórico».
Hasta pronto!