«El flaneur hace uso de la capacidad de no actuar. No persigue ningún fin.
Se entrega sin pensar al espacio que le <le guiña el ojo>, al <magnetismo de la próxima esquina>,
de una plaza lejana en la niebla, da la espalda a una mujer que camina adelante » Walter Benjamin, Libro de los Pasajes
«La composición es importante
pero también lo son muchas otras cosas:
desde el contenido hasta las formas en que los colores se combinan
o se contraponen» decía William Eggleston…
Así, encontrarse con todo ello es perderse en una inactividad autónoma
en un tiempo libre y verdadero
en un para – nada
y todo aparece como en una fiesta
de discreciones, excesos y desvíos de colores.
Sólo contemplación práctica y natural
sin intervención;
deambulando libre e inactivo
entre formas, contenidos, posicionamientos
entre cálidas y frías escalas cromáticas.
El ceremonial es:
hacemos, pero para – nada
y esta libertad contemplativa con respecto
a la finalidad y la utilidad
es la esencia de la inactividad.
«Esto lo estoy tocando mañana» decía Julio Cortazar…