Siempre me ha gustado, la capacidad de simplificación
estética que tienen algunos fotógrafos que utilizan ciertos colores, en cuotas
mínimas, para lograr un gran impacto visual.
estética que tienen algunos fotógrafos que utilizan ciertos colores, en cuotas
mínimas, para lograr un gran impacto visual.
© Navia |
Esa maestría para poder aislar, minimizar colores como
pequeñas referencias visuales entre una selva monocromática, siempre me ha cautivado.
pequeñas referencias visuales entre una selva monocromática, siempre me ha cautivado.
© Saul Leiter |
Allí, en ese tipo de
imágenes, uno aprende a entender el importantísimo papel del color en la
fotografía. Y cómo con poco, se logra un impacto más fuerte.
imágenes, uno aprende a entender el importantísimo papel del color en la
fotografía. Y cómo con poco, se logra un impacto más fuerte.
© Harry Gruyaert |
En ese tipo de imágenes, uno entiende la maestría que tiene
el fotógrafo para recortar con su cámara, ciertas realidades de su entorno en donde se
adivinan, como gotas, los colores cálidos entre tanto, color frío.
el fotógrafo para recortar con su cámara, ciertas realidades de su entorno en donde se
adivinan, como gotas, los colores cálidos entre tanto, color frío.
© David Alan Harvey |
Entre tanta tonalidad gris vs. intensos colores mínimos.
© Boris Savelev |
En todo ello se encierra el verdadero valor que toma el
color en el lenguaje visual, muchas veces utilizado con total demagogia
estética y más que aportar, produce una gran anarquía y camufla el original
impacto visual de la fotografía.
color en el lenguaje visual, muchas veces utilizado con total demagogia
estética y más que aportar, produce una gran anarquía y camufla el original
impacto visual de la fotografía.
© Cristobal Hara |
Esos colores mínimos constituyen como una especie de
pinchazo a la imagen. Es como señala Roland Barthes: un “punctum”, un “algo” de
una fotografía que llama la atención, “es ese azar que en ella me despunta” y surge como una flecha que viene a clavarse.
pinchazo a la imagen. Es como señala Roland Barthes: un “punctum”, un “algo” de
una fotografía que llama la atención, “es ese azar que en ella me despunta” y surge como una flecha que viene a clavarse.
© Costa Manos |
Y “ese punctum” puede llenar la foto como algo íntimo y a
menudo innombrable al que solo podemos darle un nombre de color gracias a la
luz.
menudo innombrable al que solo podemos darle un nombre de color gracias a la
luz.
© Dimitri Mellos |
Hasta pronto!
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