Así lo define el director de fotografía del Museo de Arte moderno francés, Quentin Bajac a Martin Parr en un libro publicado recientemente por La Fábrica, donde el fotógrafo se explaya por primera vez en el género del libro.
En un interesante y didáctico diálogo, el director francés deja claro que Parr tiene evidentemente una singular visión del mundo contemporáneo, “integrado en forma parcial” a la sociedad.
“Parr – según Bajac – todavía se esfuerza en mantener una distancia crítica en el interior del sistema de los media. Puesto que los fotógrafos ya no tratan de cambiar el mundo. Todavía parece posible desarrollar una guerra de guerrillas en contra de la propaganda de las imágenes con la condición de luchar en igualdad de armas”. (pág. 13)
Uno al mirar sus imágenes, parece estar frente a un guerrillero de la clase media burguesa. Y en este sentido, el fotógrafo británico genera debates, controversias pero jamás indiferencia.
Parr, durante la entrevista, describe que desde un principio toma grandes riesgos profesionales ya que la mayoría de los fotógrafos documentalistas de su época se centran en los márgenes de la sociedad. Y él se basa en las clases medias, el ocio, las prácticas consumistas de masa y en los objetos de consumo. Lugar al que él mismo pertenecía.
New Brighton – Inglaterra, 1983 – 1985. De: Last Resort |
En el libro hay un montón de “perlitas” que valen la pena mencionar en este post. Y, de alguna manera, el texto puede verse como un ejemplo educativo de cómo sobrevivir y hacerse un camino en el siempre dificil mundo de la fotografía. Creo que allí está la clave de este libro.
Martín Parr comenta que, en los sesenta del siglo pasado, en Inglaterra no habían verdaderas escuelas de fotografía y era muy difícil encontrar referencias de fotógrafos documentales. Pero apareció en sus manos la revista «Creative Camera» que le cambió la vida. Allí descubrió a Garry Winogrand, Lee Friedlander.
Luego le influyó notablemente William Eggleston. “Pero la primera persona que realmente me hizo cambiar el chip fue Joel Meyerowitz”. (pàg. 48)
“Recuerdo que a Creative Camera no le era fácil publicar en color porque había una actitud muy contraria a ello”. (pág. 48)
Y al Parr de esa época como a tantos otros, hacer imágenes en blanco y negro era sinónimo de ser un fotógrafo “serio” .(pág. 42).
New Brighton, Inglaterra, 1983 – 1985. De: The Last Resort |
El actual miemnbro de Magnum cuenta que la primer muestra de fotografía en color de un fotógrafo contemporáneo británico en una galería la realizó Peter Mitchell en 1979.
Y desde allí comienza a pensar seriamente en dejar el blanco y negro.
“Pensaba que las imágenes en color transmitían más información, eran más vistosas. Me gustaban más, sin más. Creo que el cambio al color fue inevitable. Tuvo lugar en 1982, cuando compré una Plaubel gran angular” (pág. 47)
Luego vino su viaje al Festival de Arlés en 1986 y su primer trabajo en color, Last Resort, lo consagró definitivamente. Allí se produjo un hito en la historia de la fotografía documentalista en color.
“De repente supe que así podría ganarme la vida, viajando fuera de Inglaterra. (pág. 48)
“En Francia me conocen más que en Inglaterra…se debe en gran parte al hecho de que la fotografía es una actividad mucho más importante, más cultural, en Francia que en nuestro país” señala Martín Parr (pág. 48).
Hollywood – Los Angeles – EEUU. 2000 |
Y para terminar les cuento la última perlita. Ya que deseo dejar el resto del libro para que los descubran vosotros ya que vale la pena darse una vuelta por sus páginas y, además, tiene un precio accesible. Muy recomendable.
Esa perlita tiene que ver con la pregunta si la gente fotografiada es consciente de su presencia.
A lo que Parr responde que “en ese momento (Last Resort) utilizaba una cámara grande con flash y yo me colocaba muy cerca de la gente y les hablaba. La gente de Liverpool es muy simpática (él vivía allí). Algunas veces surgía algún problema, pero es algo que se termina olvidando. La mayor parte del tiempo mantenía charlas agradables con la gente, otras veces, no. En esos casos hacía mis fotos y me iba, sin más. El único momento que preparo fotografías es en los retratos y en los reportajes de moda” (pág 53)
Hasta pronto!!
Martin Parr, como dicen los taurinos, "es genio y figura". Por lo visto, Henri Cartier-Bresson amenazó con abandonar Magnum si la agencia admitía al inglés en su seno. Mirado con distancia histórica, creo que la evaluación del trabajo de Parr va mucho más allá de la confrontación blanco y negro versus color; o lo popular en oposición a lo exquisito. A mí me gustan tanto Parr como Cartier-Bresson. Creo que, además de conectar con autores americanos como Shore, Eggleston y Meyerovitzeste inglés ha sido influencia fundamental en toda una generación de autores británicos, como Paul Graham o muchos de los englobados en In Space Públic.Eso, por no hablar de autores ibéricos, caso de Txema Salvans, sobre todo por el tratamiento irónico/cariñoso de la cotidianidad y rituales de la clase media.
Gracias por el "post", Marcelo. La verdad es que este blog nos está dando pero que mucha cultura fotográfica!
Sí, con mirada histórica, Parr se dirige a un nivel más profundo que es la crítica a la sociedad burguesa que vive. Y eso lo hace aún más trascendental que a simple vista, no lo parece. Es, en mi opinión, la consistencia de su trabajo que lo hace tan singular. No se traiciona jamás y no brinda concesiones. Siempre fue fiel a su estilo. Lo de Henri Cartier Bresson no lo sabía. Pero Quentin Bajac en el libro entreabre una puerta de desencuentros entre ellos. Sí, su influencia es enorme tanto como en In Public y me animaría a decir que en una gran parte de la fotografía de calle.
Otra cosa que me llamó la atención es que Parr fuera tan crítico con el mundo fotográfico inglés.
Gracias Rafa. Se aprende mucho con tus comentarios. Hasta pronto!!
Estoy con Rafa , este blog es una mina ! Por cierto Marcelo , en breve gran expo de Garry Winogrand en Fundacion Foto Colectania , imperdible !
Si, si, lo sabía y vale la pena ir. Igualmente gracias por recordarmelo. Tratare de ir. Un abrazo, Angel