La Boquería – Barcelona |
Un buen viajero o que se jacte de serlo sabe que lo primero que debe hacer cuando llega a una ciudad es darse una vuelta por sus mercados.
Estos espacios públicos que generalmente están ubicados en plazas, tinglados especiales, parques, paseos marítimos o playas de estacionamiento son verdaderos lugares de encuentros. Esto lo decía también Sergi Ramis en su maravilloso libro Mercados Africanos: “Se compra y se vende, claro está, Pero eso puede llegar a ser lo de menos. Es lugar de encuentro, de intercambiar chismorreos, de divertirse, de romper con la rutina”.
Si el viajero es sociable y tiene ganas de conocer a alguien, el mercado es el lugar idóneo para comenzar. Por ejemplo, puedes entrar en conversación con los vendedores que generalmente están predispuestos al diálogo o sólo para escuchar lo que otros conversan.
He llegado a la conclusión que estas visitas son fuentes inagotables de información que sirven para orientarte mejor en el lugar. En ese sentido los mercados de todo el mundo se parecen aunque por supuesto algunos son más y otros son menos sociables. El mercado de la Boquería en Barcelona, a pesar de su aspecto cada vez más comercial y for export, aún mantiene ciertos rasgos de interacción, de ese transitar por allí para conversar o encontrarte con alguien.
Pero lo mejor está en el interior de Catalunya. Una de las razones por las cuales me agrada vivir en Figueres es por su interesante y genuino mercado. Ubicado en la Plaça del Gra, fue construido en 1826 como espacio público para mercado. Pero recién en 1887, Frances Puig i Saguer, le dio el aspecto actual, dotándola de una estructura de cobertura de hierro, madera y tejas , simple pero armónica como bien se puede observar en esta imagen.
Plaça del Gra – Figueres – Catalunya |
Durante los martes, jueves y sábados a la mañana, el mercado es un hervidero de gente, agricultores y productores agrícolas que venden sin intermediarios sus productos. Y mucha comunicación, interacción y por supuesto, chusmerío. Allí radica mi interés especial por este espacio. Desde bien temprano los figuerenses comienzan a poblar sus alrededores y a mediodía son una multitud que conversa animadamente de todo y de todos los que pasan por el mercado.
Plaça del Gra – Figueres |
Un mercado parecido pero cinco o seis veces más grande y ubicado en un parque, es el de Barcelos en el corazón del Minho portugués. Abre sólo los jueves y a pesar del gentío no pierde ese encanto rural y directo que tanto me gusta de los mercados.
Barcelos – Portugal |
Quizás los mercados que hay en Asia, Africa o en algunas partes de Sudamérica son menos formales y más animados. Siempre me ha dado la sensación que entrar en uno de ellos es como comenzar una aventura llena de incertidumbres y emociones fuertes. A continuación les muestro imágenes de mercados de algunos lugares del mundo que he visitado y recuerdo con mucha alegría.
Comer papas rellenas fritas en medio de un caótico mercado como el de Rodriguez…
Pasear animadamente por zocos con temperaturas cercanas a los 40 grados…
Taroudant – Marruecos
o perderse en algún mercado del estado de Rajhastán en India..
Jodhpur – India
que bonitas imagenes y que interesante profundizar sobre ese tema!! Damian – Chubut
Si, es muy interesante y seguiré paseando por todos los mercados que pueda…siempre es divertido y singular. Gracias por pasarte por acá, Damian.