El otro día, mientras rebuscaba en los estantes de un
local de libros usados, me encontré con viejos manuales de fotografía de la era
analógica que titulaban con la tentadora frase de: “Fotografiar es fácil”.
local de libros usados, me encontré con viejos manuales de fotografía de la era
analógica que titulaban con la tentadora frase de: “Fotografiar es fácil”.
Tan publicitario título, hoy en
día, suena a profecía cumplida ya que está más vigente que nunca y parece que
aún, en el futuro, será más fácil. “Ni
tendremos que usar las manos para disparar fotos («shoot easy» en los manuales ingleses)” señalan los gurús de la informática y todo el mundo los aplaude.
día, suena a profecía cumplida ya que está más vigente que nunca y parece que
aún, en el futuro, será más fácil. “Ni
tendremos que usar las manos para disparar fotos («shoot easy» en los manuales ingleses)” señalan los gurús de la informática y todo el mundo los aplaude.
Y también es una “crónica de una muerte anunciada” para
la forma de entender la fotografía así como la entienden «los grandes maestros» que desfilan por este blog (los invito) como fantasmas reanimados en la vida virtual, en este desierto que cada vez se hace más
grande… (No me presten mucha atención…me estoy poniendo nostálgico….)
la forma de entender la fotografía así como la entienden «los grandes maestros» que desfilan por este blog (los invito) como fantasmas reanimados en la vida virtual, en este desierto que cada vez se hace más
grande… (No me presten mucha atención…me estoy poniendo nostálgico….)
“Pero si está en todas partes y todo el
tiempo, y es tan fácil de hacer, entonces ¿qué valor tiene?, ¿qué fotos merecen
la pena?” señala Paul Graham. Y ahí está la clave de esta historia.
tiempo, y es tan fácil de hacer, entonces ¿qué valor tiene?, ¿qué fotos merecen
la pena?” señala Paul Graham. Y ahí está la clave de esta historia.
En este hoy, tan visual, en donde las
palabras se usan cada vez menos, las fotos que merecen la pena pueden llegar a
ser un “rara avis”. Una suerte de entelequia postmoderna, de reciclaje de
viejos ideales para mantener un lenguaje (el fotográfico) de pie ante esta tan
mentada cultura del “fotografiar es fácil”.
palabras se usan cada vez menos, las fotos que merecen la pena pueden llegar a
ser un “rara avis”. Una suerte de entelequia postmoderna, de reciclaje de
viejos ideales para mantener un lenguaje (el fotográfico) de pie ante esta tan
mentada cultura del “fotografiar es fácil”.
gentileza Machbel |
Sigamos pensando en la intuición, en el azar
y en el valor de lo instantáneo pero no nos olvidemos que también es bueno,
educarse con el trabajo de los grandes maestros y reivindicar que la escritura
fotográfica aún piensa en la fotografía en sí misma y no, en sólo comunicar sin
otra pretensión.
y en el valor de lo instantáneo pero no nos olvidemos que también es bueno,
educarse con el trabajo de los grandes maestros y reivindicar que la escritura
fotográfica aún piensa en la fotografía en sí misma y no, en sólo comunicar sin
otra pretensión.
Hasta pronto!
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