Si Arthur Rimbaud hubiera
sentido pasión por el uso de ese reciente invento que fue la
cámara fotográfica, hubiera llevado una de esos pesados artefactos a África y
hubiera documentado como nadie un país como Eriopía. Y seguramente, incrementado
por su gran talento, habría sido recordado más por su etapa de fotógrafo –
antropólogo que por un exótico y simple traficante de armas.
sentido pasión por el uso de ese reciente invento que fue la
cámara fotográfica, hubiera llevado una de esos pesados artefactos a África y
hubiera documentado como nadie un país como Eriopía. Y seguramente, incrementado
por su gran talento, habría sido recordado más por su etapa de fotógrafo –
antropólogo que por un exótico y simple traficante de armas.
Pero la historia es la historia y de esa manera, el joven poeta francés llegó a la futura
capital etíope con el firme propósito de aventurarse en busca de fortunas por los confines de un
territorio aún no explorado por los extranjeros y se dirigió desde allí a Harar.
capital etíope con el firme propósito de aventurarse en busca de fortunas por los confines de un
territorio aún no explorado por los extranjeros y se dirigió desde allí a Harar.
Sin entrar en meticulosas
comparaciones, fijense lo que escribió el escritor Javier Reverte que siguió
los pasos del poeta por Etiopía hace muy poco tiempo. “ Metidos en el siglo
XXI, llegar a Harar (donde Rimbaud vivió varios años) desde Addis Abeba sigue
siendo complicado. Por carretera, más vale olvidarse porque en todo el país tan
sólo hay una que merezca ese nombre y únicamente por una decena de kilómetros”. (El Semanal 31-3-02)
comparaciones, fijense lo que escribió el escritor Javier Reverte que siguió
los pasos del poeta por Etiopía hace muy poco tiempo. “ Metidos en el siglo
XXI, llegar a Harar (donde Rimbaud vivió varios años) desde Addis Abeba sigue
siendo complicado. Por carretera, más vale olvidarse porque en todo el país tan
sólo hay una que merezca ese nombre y únicamente por una decena de kilómetros”. (El Semanal 31-3-02)
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| © Nikos Economopoulos |
En lo que respecta a la fotografía, es obvio que los tiempos
han cambiado desde Rimbaud y en ese sentido, el fotógrafo de Magnum, Nikos Economopoulos irá con sus modernas Leicas a Addis Abeba en enero del 2012.
han cambiado desde Rimbaud y en ese sentido, el fotógrafo de Magnum, Nikos Economopoulos irá con sus modernas Leicas a Addis Abeba en enero del 2012.
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| © Nikos Economopoulos |
Allí, realizará un
taller fotográfico: On the road que puede ser una excelente invitación para fotógrafos
profesionales y aficionados curiosos por adentrarse en los caminos de la historia y presente de este convulsionado país
africano sin salida al mar.
taller fotográfico: On the road que puede ser una excelente invitación para fotógrafos
profesionales y aficionados curiosos por adentrarse en los caminos de la historia y presente de este convulsionado país
africano sin salida al mar.
Les paso el enlace para poder recabar más información, precios e inscripción. Además también encontrarán fechas para otros talleres en otras populosas ciudades y míticas como Mumbai , Estambul
o El Cairo.
o El Cairo.
Por último, los dejo con un video donde el griego junto con Ara Guller conversan sobre La Ciudad de los cien nombres, tal como la llamó Alex Webb a Estambul en su formidable libro.
Hasta el miércoles!!!
Marcelo, increíblemente, Arthur Rimbaud sí consiguió llevar una cámara a Harar. Aunque parezca mentira, aparte del Rimbaud poeta, que revolucionó la poesía y dejó las letras antes de cumplir los 20, aparte del Rimbaud traficante de armas en África y, según se dice, seguidor del sufismo, aparte de todos esos Rimbaud ("Yo es otro", dijo en la conocida como "Carta del vidente"), está el Rimbaud fotógrafo. Justamente de eso pensaba escribir, entre otras cosas, en el post para Calle 35. Rimbaud es lo máximo. Hay una biografía muy recomendable sobre su vida "post-literaria": Rimbaud en África, de Charles Nicoll (Barcelona, Anagrama, 2001). Se consigue en la Xarxa de Biblioteques.
Salut!
Algo sabía de la existencia de ese libro…lo he hojeado en Altair y trataré de conseguirlo a través de un prestamo de biblioteca acá en Figueres.
Sería interesante conocer algunas de sus fotografías…gracias, Martín!