El otoño es mi estación preferida para realizar imágenes un tanto más personales. Y no sólo por el multicolor paisaje de la naturaleza que tanto nos agrada fotografiar. El otoño tiene, por sobre todas las cosas, una luz especial, melancólica, difusa que me remite al juego poético.
“Mañana seguro que habrá tramuntana, fíjate lo sucio que está el cielo” me dijo tajante, el domingo pasado, mi suegro Tomás desde la puerta de su casa, en el pequeño pueblo de Vilabertran del Alt Empordà.
Y tenía razón. Al otro día, se desató una terrible tramuntana muy fría que duró casi dos días y cambió el humor de la gente.
Pero ese domingo al atardecer, la luz tenía una rara luminosidad otoñal entre borrosa e indefinida donde las sombras hicieron el resto y Benedetti…
“…Me cuesta como nunca / nombrar los árboles y las ventanas / y también el futuro y el dolor / el campanario está invisible y mudo / pero si se expresara / sus tañidos serían de un fantasma melancólico…” Mario Benedetti, pp 103. El amor, las mujeres y la vida (2001)
Iglesia Santa María de Vilabertran – Catalunya |
Santa María de Vilabertran – Catalunya |
“…el amor pasa por los parques / casi sin verlos pero amándolos / entre la fiesta de los pájaros / y la homilía de los pinos..” Mario Benedetti, pp 140. El amor, las mujeres y la vida (2001).
Vilabertran – Catalunya |