Caminar…es un lenguaje poético
es medir tu cuerpo con la tierra,
es huir de tu sombra proyectada por el sol
EVA CID
En numerosas ocasiones, en este blog he hablado sobre el deambular, el caminar de una manera libre por una ciudad. Algunas veces hice alusión al romántico flâneur; otras, al caminante versión Francesco Careri o a los situacionistas. Para todos ellos, el caminar constituye un disfrute, un arte, un desafio, una actitud crítica pero sobre todo, un pensar al ritmo del camino.
Precisamente ayer , llegó a mis manos el Altaïr Magazine con un título sugerente: El arte de caminar. Y me gustaría en este post, extraer algunos pasajes de este maravilloso monográfico en el nuevo ciclo “en papel” que emprende Altair desde el 2016.
“El nacimiento de la ciudad, cuando Caín asesina a Abel, nos impuso la propiedad privada y el crimen, el muro y la frontera, la policía y el ejército. Pero también conllevó dos realidades maravillosas: la posibilidad del paseo urbano y, sobre todo, la invención del parque, del campo y de la naturaleza, escenarios por excelencia del caminar” señala Jorge Carrión en: Los que caminan
“Solamente ir caminando en un momento o por un lugar equivocado podía poner a una mujer bajo sospecha y la ley permitía arrestar a cualquier sospechosa” comenta Rebecca Solnit en su capítulo: Caminar después de la medianoche. Wanderlust: mujeres y espacio público
“Quédate en casa cuando oscurece; muévete en grupos de amigos o una compañía masculina, o al menos con alguien conocido; mantente siempre en guardia en público, especialmente en el transporte; y, después, sigue preguntándote si los toqueteos, los baboseos, las miradas o los solbidos eran accidentales o intencionales” subraya Pallavi Shrivastava en Mujeres en una calle india. Negociando el entorno urbano.
“Aquí la anomalía <el comportamiento no previsto> es el rastro de un caminar que jamás se tuvo en consideración” dice Pau Faus en Brasilia nómada. Caminar como alternativa.
“Estás dentro de Paris, de el área metropolitana más densa de la UE… pero no ves ni un alma a tu alrededor” comenta Jordi Brescó en La Petite Ceinture. El París salvaje.
Hasta pronto!