La vida está llena de corazonadas, de presentimientos. Y True Crime, un film de Clint Eastwood que vi anoche por tele, me hizo reflexionar nuevamente sobre lo irracional, inesperada e ilógica que puede ser una corazonada. Pero que, sin embargo, ayuda a desempolvar todo lo racional que hay detrás. Y juntos (la casualidad y la causalidad) pueden tomar caminos más prácticos, con menos curvas. Y como pasó en la peli de Eastwood, las corazonadas suelen llevar mucha adrenalina. Pero, ¿ que sería de la fotografía sin todo ello?: solo un manual de cámaras, softwares y poca cosa más.
Por eso, hoy a la mañana me levanté con la corazonada de escribir algo sobre ello con mi mundo racional a cuestas, donde todo es “pienso luego existo”. Y con la certeza que la fotografía no tiene nada de mágico si pensamos todo el tiempo. Y nos olvidamos de olfatear, de intuir, de presagiar.
Fotografía © Sergio Larraín. Valparaiso, 1963
En la calle, donde todo es vertiginoso y cambiante, componer implica tener indirectamente incorporado una lógica y una razón que alimente lo más que se pueda, el abanico de corazonadas que se presentan a cada momento. Y, en algún instante, vaya a saber cuando, uno puede perder esa razón y entra en un deambular parecido al “realismo mágico” tan propio de García Marquez. Y esos momentos de tanta “libertad creativa” uno vuelve a respirar hondo hacia una nueva experiencia irracional que, quizás, con mucha práctica termine incorporado en esa lógica que llevamos dentro. Como si se tratara de un círculo.
Fotografía © Helen Levitt
Esas corazonadas también aparecen en la edición, cuando salen a la luz “escenas imprevistas” que, en su momento, no se olfatearon, no se intuyeron. Y nuevamente la adrenalina se apodera de uno cuando mágicamente relaciono una imagen imprevista con otra por corazonadas de líneas, diagonales, colores y recuerdos.
Hasta pronto!
Acerca de marcelocaballero
Marcelo Caballero. Fotógrafo, poeta
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Hola Marcelo!
Como siempre, certeras palabras para expresar esas sensaciones, pensamientos y emociones que se sienten durante el proceso fotográfico.
Gracias por compartir!!!
gracias a ti por darte una vuelta por el blog, Jose Luis!
Esa intuición/corazonada, esa inteligencia inconsciente que nos avisa sin saber , sin pasar por el cortex, que hay algo importante ahí, indefinible. Según Antonio Damasio ( gran neurocientífico) serían los marcadores somáticos, el cerebro que se extiende por todo el cuerpo…para darnos «corazonadas». Me ha encantado tu post, amigo!
que buen complemento de info, me brindas. Me gusta el concepto de «inteligencia inconsciente». Interesante tu reflexión. un abrazote, compa!