Cortázar, un street photographer literario y de jazz


Julio Cortázar
amaba deambular sin rumbo fijo por las ciudades. Y, en especial por su Buenos
Aires, Barcelona o Paris.
Algo de todo
ese deambular errático y sin planes fijos puede evocarse a través del personaje
de Horacio Olivera de su gran novela Rayuela, justamente ambientada en Paris.
París. 1957 © Willy Ronis
Olivera es un exiliado argentino apasionado
por el jazz, los bares y los personajes que merodean por allí. Siempre buscando a
La Maga, su amor o recorriendo hoteles viejos en el Barrio Latino entre sonidos distantes  del jazz que inundan su vida.
Café de Flores – París – 1958 © Dennis Stock
Esa compleja
trama literaria evoca la esencia del street photography de los años cincuenta o sesenta del
siglo pasado.

París 1959 © Saul Leiter
 Ya lo decía Rafa Badia en su excelente post en el blog de Calle 35: “Casi es un lugar común afirmar que los sonidos cálidos del jazz se ajustan
a la perfección con las fotos callejeras americanas del siglo XX”. 
París – 1956 © Willy Ronis

Paris – 1958 © Henri Cartier Bresson
Y los giros
musicales de Dizzy Gillespie, Coleman Hawkins, Bill Coleman, Bessie Smith, Coleman Hampton o
Duke Ellington acompañan como musas inspiradoras el paseo de Olivera de página
a página, de capítulo a capítulo por Paris, la ciudad más americana de Europa
de aquella época,  en lo que a jazz se refiere.
Fotografía de la cubierta: Sara Facio
Algo de todo
ello, narra Pilar Peyrats Lasuén en su libro Jazzuela, reeditado hace unos días
por Satélite K. “Jazzuela es por tanto un viaje musical a lo largo de los
capítulos 10 al 18 de la novela, concentrados en las actividades del Club de la
Serpiente. En este club, el jazz es un personaje más que incide directamente en
los protagonistas” señala la escritora.
Capítulo 11
“ Lo inicia
Ossip Gregorovius bebiendo vodka y mirando la llama de las velas a través de su
vaso, que son tan ajenas como la corneta de Bix …entrando y saliendo desde un
tiempo diferente..
Es el tiempo
de la música, el tiempo del otro lado, no el de los relojes. Ossip contempla
extasiado a la Maga, le pregunta por su país, Montevideo, y Ronald pone un
disco de Lester Young y los Kansas City Six, pidiendo silencio; suena Four O’clock
Drag”.  
Julio Cortázar – Rayuela
Hasta el viernes!!

Acerca de marcelocaballero

Marcelo Caballero. Fotógrafo, poeta
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2 respuestas a Cortázar, un street photographer literario y de jazz

  1. Artelurik dijo:

    =>Un gran Título: JaZZuela, a Julio le hubiera encantado!

    >>Precisa y apasionada INFO, como siempre, Che Marcelo!

    Moltes Gràcies, aviat des de Barcino…

    x0)=

  2. Muchas gracias por los comentarios, Markoh!!

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