Extraños que cobran

Para Phillip-Lorca diCorcia las imágenes ocupan un
territorio ambiguo que merodea entre la realidad y la ficción. Una zona
suspendida, intermedia que se ha convertido en un terreno fértil para muchos artistas
y fotógrafos documentales.
DiCorcia lo entendió así cuando,  financiado por la beca que le otorgó la National Endowment for the Arts, deambuló entre 1990 y 1992 la zona caliente de Santa Mónica
Boulevard de Los Angeles donde muchos jóvenes se prostituían.
© Phillip-Lorca diCorcia
El fotógrafo simplemente utilizó el dinero de la beca para
hacerle una proposición a esos jóvenes (el proyecto inicialmente se llamó
Extraños): pagar por la tarifa a cambio de una fotografía.

© Phillip-Lorca diCorcia

25 retratos de estos chavales ubicados en esas » zonas
suspendidas” como tanto le gustan a diCorcia fueron exhibidas en el Museo de Arte Moderno  de Nueva York en 1993.
 Esa exposición para diCorcia fue el inicio de su consagración como uno de los más importantes fotógrafos de su generación.
© Phillip-Lorca diCorcia
Pero habían más retratos, en total unas 80 fotografías que
finalmente saltaron a la luz en agosto de este año cuando Steidl publicó
Hustlers.
«Los extraños» ahora reconvertidos en «hustlers» me recuerdan la soledad, la incomunicación y la
introspección que me transmiten los cuadros de Edward Hopper. Una melancolía que
llevada al contexto de Los Angeles es como un mal sueño de Holywood. Un gran
trabajo documental que nos deja unas cuantos interrogantes sobre donde comienza la realidad y donde la ficción.
© Phillip-Lorca diCorcia
Hasta el viernes!!

Acerca de marcelocaballero

Marcelo Caballero. Fotógrafo, poeta
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