Historias Mínimas: personajes tangueros de Buenos Aires

Diego. Café Tortoni, Buenos Aires, Argentina  © Marcelo Caballero

Diego va y viene con sus pocillos de buen café por el
Tortoni, el más emblemático café de Buenos Aires. Y eso lo hace desde hace 15
años.
Está orgulloso de su profesión y de la gente de cualquier
país del mundo que visita este bar que está abierto desde hace 150 años. “Con
el tiempo me he convertido en un verdadero poliglota
– señala este porteño –   me encanta conversar con quien le apetezca sobre la historia de este monumento viviente del tango porteño”.
Así conoció a mucha gente y muchos famosos. Diego me confiesa que gracias al Tortoni se ha convertido en
un entusiasta fotógrafo. “Los clientes me piden tantas veces al día que les
saque una foto de recuerdo que ya me he comprado una compacta con la que
también hago mis fotos del café”.
El Bocha en el Viejo Almacén. San Telmo, Buenos Aires © Marcelo Caballero 
Otro personaje que vió pasar muchas personas y a todos los
tangueros de los últimos 40 años es “El Bocha” el recepcionista de la tanguería Viejo Almacén en San Telmo.
El Viejo Almacén,  la esquina más tradicional del tango en
Buenos Aires,  fue fundada por Edmundo Rivero en 1969. “  Para cualquier músico, tocar aquí es como tocar
el cielo con las manos” señala este hombre de 65 años que también trabajó en
otro icono del tango porteño: Michelángelo.
“Lo que ocurre hoy en día, es muy distinto a otras épocas –
señala “El Bocha” – ahora los salones se llenan de extranjeros ansiosos por
escuchar una milonga. Eso hace que el tango se universalice”.
Y con un dejo de tristeza me confiesa que » los tangueros actuales  son muy individualistas. Antes andabamos todos juntos y entre todos nos ayudábamos».

Acerca de marcelocaballero

Marcelo Caballero. Fotógrafo, poeta
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2 respuestas a Historias Mínimas: personajes tangueros de Buenos Aires

  1. Jan Puerta dijo:

    Interesante sería ver el trabajo fotográfico de Diego. Visceral, sin mucha técnica se me antoja, pero real, sin artificios.
    La tangería, la tengo pendiente. A ver si este año consigo regresar.
    Un rincón como el Tortoni, el cual me enorgullece haber estado y disfrutado como uno niño chico, tanto del café como de mi entorno.
    La nostalgia te envuelve amigo. Y la compartes. Gracias a ti.
    Un abrazo

  2. Es cierto, jan. La nostalgia envuelve mi vida..Un abrazo grande!!

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