“Un fotógrafo siempre tiene que tratar de llevar a la vida algo nuevo que conserve algo de la existencia concreta” señalaba siempre que podía, Charles Harbutt en sus clases en Apeiron Workshops, unos míticos talleres fotográficos de verano que se impartían a principios de los ’70 del siglo pasado, en una zona boscosas cerca de Nueva York. Estos programas de fotografía creativa, que eran como retiros espirituales, comunitarios para inquietos estudiantes de fotografía fueron diseñados por Minor White, editor de Aperture y contaban en su plantel docente, aparte del mencionado Harbutt a Lee Friedlander, Garry Winogrand, Ralph Gibson, Robert Frank, Susan Meiselas, Lisette Model, Burk Uzzle, o Susan Meiselas.
Esos talleres, verdaderos tanques de pensamiento fotográficos, de alguna manera, influyeron en las generaciones venideras de fotógrafos americanos. Y entre ellos se encontraba Alex Webb quien llevó la fotografía de calle a una nueva dimensión. A través de sus trabajos documentales reinventó este subgénero documental en las prácticas del fotoperiodismo.
“Yo no fui a Haití porque pensé que me iba a mostrar la pobreza o mostrar algo muy específico sobre la situación política. En el deambular, las cosas surgen. Y creo que eso es sólo un énfasis diferente” comentaba el fotógrafo californiano a propósito de su trabajo realizado en esta isla caribeña entre 1986 y 1988 cuyo libro: Under a Grudging Sun (publicado un año después) es una obra maestra de la fotografía urbana al servicio del fotoperiodismo de ese entonces. Agregaba a las 5 W del periodismo Who, What, When, Where y Why (quién, qué, cuándo, dónde y por qué) una nueva dimensión: How (Cómo)
Otro alumno de Apeiron Workshops, Jeff Jacobson también se encontraba igualmente insatisfecho con las etiquetas del fotoperiodismo de entonces. “Creo que la mayoría del fotoperiodismo es traer de vuelta una imagen que me cuente los hechos de la situación: las cinco W. Mucho de lo que veo como la llamada fotografía artística se refiere principalmente a la estética, al color, a la forma y a la realidad. No tengo nada que ver con el tema. Pero creo que lo que estoy tratando de hacer es (usar) las preocupaciones de lo que tradicionalmente se llama arte y tradicionalmente se llama periodismo. La fotografía más interesante … es hacer imágenes a la gente … mundo real, personas reales, lugares reales, haciendo cosas reales pero aplicando su propia estética … y no siguiendo los dictados de las revistas Time, Fortune o Life” comenta Jacobson en el catálogo On the line: The New Color Photojournalism cuya exposición itinerante por todo Estados Unidos entre 1986 y 1988 fue un punto de inflexión y de reflexión sobre el fotoperiodismo clásico americano.