Un street photographer en la hora más triste de Nueva York

Como un buen street photographer, Joel Meyerowitz conoce
al dedillo su ciudad y después de pasarse más de medio siglo recorriéndola,  cada recoveco urbano tiene su impronta visual,
su toque compositivo.
Meyerowitz ama Nueva York tanto como la ciudad lo ama a él.
Y en esos entretelones de mutua complicidad, se coló una tragedia y quien mejor
que él para documentarla y atestiguar ese momento y lo que vino después.
El 11 de septiembre próximo se cumplen 10 años del trágico atentado de las torres gemelas de Nueva York. 
Y para conmemorar dicho aniversario, Phaidon acaba de publicar  Aftermath de este gran fotógrafo
norteamericano que como testigo privilegiado, materializó en imágenes todo lo
ocurrido en la zona cero durante los meses subsiguientes a la tragedia.
¿Como hizo para documentarla si la zona fue declarada escena del crimen por la policía,  vedada para el público y, por supuesto,  para los fotógrafos?. La respuesta sólo la puede tener alguien que vive una ciudad desde adentro.
“Significaba que no había
fotografías para la historia” contaba Meyerowitz e hizo lo imposible para poder
ingresar. Buscó la complicidad de los uniformados, enfermeros, bomberos y a los
pocos días logró realizar un vínculo muy fuerte con todos ellos. 
A partir de allí, al fotógrafo se le abrieron las puertas y no las dejó hasta nueve meses después. 
Retrató a sus protagonistas…
Los captó en sus dificiles tareas diarias…

Y así Aftermath se convirtió en una soberbia compilación de 400 imágenes que
documentan la transformación del sitio desde la devastación total.
Único fotógrafo que estuvo allí a toda hora, explica algo de esa tremenda experiencia humana y documental en una entrevista que le realizó Phaidon:
Algo había cambiado en la Gran Manzana y Joel Meyerowitz como buen street photographer estuvo en las buenas y en las malas de su querida ciudad. Y el libro así lo documenta y vale la pena darle una hojeada. Un abrazo y buen fin se semana para todos!!

Acerca de marcelocaballero

Marcelo Caballero. Fotógrafo, poeta
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6 respuestas a Un street photographer en la hora más triste de Nueva York

  1. Jan Puerta dijo:

    El lunes pasado llegó un buen amigo francés al cual le estoy haciendo de guía y entre sus cosas, llevaba el libro de Joel. Me sorprendió mucho el trabajo realizado. Las imágenes, además de ser históricas en un acontecimiento de este calado tienen una fuerza tremenda en los rostros de las personas o los amasijos retorcidos del hierro de las dos colosales torres.
    La historia a veces solo está escrita, pero en este caso está muy bien documentada. Yo creo que es un libro de esos que deberían de ser catalogados como imprescindibles en la estantería de cualquier fotógrafo. La portada del libro que tuve en mis manos, es diferente a la que muestras en tu magnifica entrada.
    Hay otro libro que casi comparte el mismo título sobre el 11M. También interesante.
    John Botte
    Lo firma John Botte.
    Un abrazo

  2. jordi beltri dijo:

    Gran entrada, Marcelo.
    Impagable testimonio gráfico, del gran Joel Meyerowitz, que con su cámara de gran formato, captó aquellos momentos tan complicados, de nuestra historia más reciente.
    Un abrazo!!

  3. Rafa Badia dijo:

    Muy interesante. Me encanta, además, el vídeo, o mejor decir la prosodia, cómo se explica Meyerovitz. Además de un fotógrafo básico para los "callejeros", creo que es todo un profesor, en el mejor sentido de la palabra.
    Un valor añadido del libro es que documenta no sólo el proceso de limpieza del Ground Zero, sino también a las personas que participaron en la tarea. Creo que es importante, porque muchos de ellos están sufriendo las consecuencias de haber trabajado en un área insalubre,con las consiguientes enfermedades respiratorias, cáncer, etcétera.

  4. Tomo nota, Jan y gracias por tus comentarios!

  5. Gracias, Jordi..celebro que te haya gustado!!

  6. Es verdad, Rafa…el aporte de Meyerowitz es un valor añadido a la tragedia y desde ese punto de vista, tiene una gran humanidad aparte de lo documental. Un abrazo!

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