En esta nueva versión de los escurridizos negativos, quiero acompañarlos con las inspiradas palabras de uno de los poetas más profundos e influyentes que ha dado América Latina en el siglo XX. El mismo Jorge Luis Borges afirmó, en un momento de debilidad literaria por el poeta argentino, que «me he sentido provinciano junto a él«. Me refiero a Oliverio Girondo y el poema Vuelo sin orillas seleccionado de su libro Persuasión de los días (1942).
Salta _Argentina |
Abandoné las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos;
para salir volando,
desesperadamente.
Favela de Rocinha – Río de Janeiro – Brasil |
Abajo: en la penunbra,
las amargas cornisas,
las calles desoladas,
los faroles sonámbulos,
las muertas chimeneas,
los rumores cansados;
pero seguí volando,
desesperadamente.
Salar de Uyuni – Bolivia |
Ya todo era silencio,
simuladas catástrofes,
grandes charcos de sombra,
aguaceros, relámpagos,
vagabundos islotes
de inestables riberas;
pero seguí volando,
desesperadamente.
Un resplandor desnudo,
una luz calcinante,
se interpuso en mi ruta,
me fascinó de muerte,
pero logré evadirme
de su letal influjo,
para seguir volando,
desesperadamente.
En un tren – rumbo a Barcelona |
Todavía el destino
de mundos fenecidos,
desorientó mi vuelo
-de sideral constancia –
con sus vanas parábolas
y sus aureolas falsas;
pero seguí volando,
desesperadamente.
….Ya no existía nada,
la nada estaba ausente;
ni oscuridad, ni lumbre,
– ni unas manos celestes –
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte;
pero seguía volando,
deseperadamente
Oliverio Girondo
bellisimo el poema y las imagenes
Muchas gracias, anónimo
No conocía, hasta ahora, a Oliviero Girondo. Mil gracias, Marcelo. El poerma es genial, las fotos perfectas para acompañarlo.
Te va a gustar, Girondo. En su libro Espantapájaros creó poemas como si fueran objetos visuales. Fue todo un transgresor para la época.
La editorial Visor Libros (Madrid) ha publicado una antología de sus poemarios. Valen la pena. Un abrazo, Rafa
Ostres! m'encanten totes les fotografies i el poema també és molt bonic. La fotografia que més m'agrada és la del cotxe, la sombra amb el sol que traspassa per les finestres, molt encertada.
Continua així Marce!!
Graçies, Anna!!