Algo de lo que observó el fotógrafo francés Luc Delahaye en 1999, a través de la red del transiberiano ruso, lo
contemplé yo con mis propios ojos un tiempo después en el interior de una Rusia
invernal, desconocida aún para un gran sector de Occidente. Por eso, su libro Winterreise (2000) me parece tan familiar y
evocador ya que las imágenes de Delahaye me transportaron a muchos lugares de
mi propio paso por esas frías comarcas a través del mítico tren ruso.
contemplé yo con mis propios ojos un tiempo después en el interior de una Rusia
invernal, desconocida aún para un gran sector de Occidente. Por eso, su libro Winterreise (2000) me parece tan familiar y
evocador ya que las imágenes de Delahaye me transportaron a muchos lugares de
mi propio paso por esas frías comarcas a través del mítico tren ruso.
Delahaye se internó en Rusia junto al escritor local Nikolai
Vishnievsky durante el invierno de 1998-1999. Y junto a los trenes rusos, viajó
poco a poco desde Moscú hasta Vladivostok, final del transiberiano, en el
extremo oriental de este extenso país, frente al Mar de Japón. Su método de trabajo fue simple y
eficiente. Visitaban a la gente de
cualquier ciudad a la vera del tren y los entrevistaban y les hacían retratos. De
esa manera, el libro se convirtió en un sorprendente y, en algunos casos, triste mosaico de imágenes de una Rusia actual con grandes problemas de alcoholismo, marginación y pobreza. Un intenso libro que
vale la pena observar y como me pasó a mi, para rememorar y reflexionar sobre mis propias anécdotas
a través de la visión de un excelente fotógrafo como Delahaye.
Vishnievsky durante el invierno de 1998-1999. Y junto a los trenes rusos, viajó
poco a poco desde Moscú hasta Vladivostok, final del transiberiano, en el
extremo oriental de este extenso país, frente al Mar de Japón. Su método de trabajo fue simple y
eficiente. Visitaban a la gente de
cualquier ciudad a la vera del tren y los entrevistaban y les hacían retratos. De
esa manera, el libro se convirtió en un sorprendente y, en algunos casos, triste mosaico de imágenes de una Rusia actual con grandes problemas de alcoholismo, marginación y pobreza. Un intenso libro que
vale la pena observar y como me pasó a mi, para rememorar y reflexionar sobre mis propias anécdotas
a través de la visión de un excelente fotógrafo como Delahaye.
Gracias y hasta el miércoles!!
Siempre que finalizo una conferencia o un curso recomiendo dos libros, el de Pepe Baeza "Por una función crítica…" y WInterreiser. Este fue, y es, mi libro de cabecera junto a "The East of Eden" de de Keyzer.
Del libro de Delahaye me gusta todo, las imágenes, el discurso, el diseño e incluso el tamaño.
¿Sabías que esta hecho con una G2 y un 35 mm, fujifilm 400 ASA y un foco en la cabeza, como de minero?
Es una gran recomendación, un viaje de invierno a través del mundo de Luc.
Gracias por el post. Es importante que la gente lo conozca.
Si, David…eso me confirma una vez más que lo que importa es la mirada y las habilidades, mas que tener todas las tecnologías fotografícas. Echaré una mirada a The east of Eden de Keyser. Gracias y un abrazo!.
Totalmente de acuerdo con David. Mas allá de las imágenes, el "Winterreise" es toda una lección de puesta en página. Para mí es un pilar básico de la fotografía documental contemporánea, no sólo por el tema y las imágenes, sino por cómo está presentado.
Además, "Winterreise" es otro buen ejemplo de la necesidad de un periplo exterior e interior, subjetivo; un viaje iniciático que sería el reverso del "go west" americano. Conecta totalmente con el "Exiles" de Koudelka, el "Al este del Este" de Sluban, o las imágenes de Ucrania de Karel Cudlín.
Un abrazo callejero.
El reverso de "go west" americano…en ese sentido lo conecta también con Marco Paoluzzo. Gracias por toda la información, Rafa….las miradas van creciendo!! un abrazo!!
Delahaye lo retrata muy bien sin embargo Boris Mikhailov forma parte de ello