Como en una suerte de especulación filosófica casera, en un anterior post, comentaba que lo que se intenta con cámara en mano, en general, es explicarte a ti mismo y al entorno que te rodea.
Algo que el fotógrafo americano Mark Cohen tenía muy en mente en sus trabajos fotográficos más importante: Grim Street (2005) o True Color (2007) realizados en general, desde principios de los ’70 del siglo pasado, en los espacios públicos de ciudades de Pennsylvania especialmente en Wilkes-Barre.
“Hice las mismas fotografías en Binghamton o Scranton. Simplemente las hice en Wilkes-Barre y en otros pocos lugares porque yo no era el tipo de fotógrafo al que le gusta, o necesita, viajar por todo el mundo. Esto me recuerda que vi algo que usted comentó sobre cómo el registro artístico afecta al desarrollo del artista a lo largo del tiempo. Y yo trabajo en un registro extremadamente estrecho, en lo tocante al método y a cuestiones técnicas, también” comenta Cohen a Thomas Southall en una entrevista publicada en Mark Cohen, Grim Street (2005).
“Lo que tengo en la cabeza es lo que evoluciona con el tiempo. Conocer la obra de Flannery O’Connors o incluso de Faulkner me servía de justificación. Las historias de O´Connors como <Es difícil dar con un hombre bueno> me influyeron muchísimo. Lo mismo ocurría con Faulkner. Ël escribía sobre lugares reales y yo hago fotografías en esta misma área. Pero luego están estos extraños y espeluznantes impulsos, quizás procedentes de ciertas regiones inconscientes, que influyen en mi manera de seleccionar a las personas. Y éste es el motivo de que el libro se titule Grim Street”.
“No conozco a nadie de mis fotografías…En serio, simplemente anduve por toda la ciudad de Scranton o Wilkes Barre, miré a mi alrededor y tomé esas fotos. Cuando contemplo a Arbus pienso que sus mejores imágenes son las que hizo sin cita previa, como la de un niño con la granada en mano. Creo que se lo encontró en el parque. Pero lo cierto es que desprendía quietud».
«Se puede ver un contexto totalmente distinto en aquellas fotografías de Arbus porque ella se quedó mucho más tiempo del que habría estado yo. Yo habría sacado una foto de la mano con la granada de juguete y me habría largado de allí”.