El arte de lo real y también de la meditación

A principios de los ’90 del siglo pasado,  Joel Meyerowitz y otros fotógrafos americanos,
fervientes admiradores de la obra  de Edward Hopper,  se reunieron en Essen, Alemania
para realizar una exposición colectiva en honor al gran pintor realista
titulada: El arte de lo real. Y de paso debatir  y cotejar sus fotografías con los cuadros del artista con el objetivo
de buscar diferencias y analogías de temas, composición y estética.
New York 1981 © Joel Meyerowitz
De esa manera, Meyerowitz, por ejemplo,  comparó  una fotografía suya con Once de la mañana
(1941) de Hopper y llegó a la conclusión que ambos motivos visuales eran
parecidos pero el tema era diferente. En su fotografía habían desaparecido las complicadas implicaciones que Hopper había añadido a su cuadro.
Once de la mañana. 1941 Edward Hopper
Sin embargo, “en esos
momentos de calma – señala Meyerowitz – con el que la fotografía llena el
tiempo cotidiano, se encuentra la coincidencia con Hopper”.
Todos los fotógrafos reunidos allí,  en el Museo Folkwang de Essen, coincidieron en
afirmar que la gran diferencia era el carácter de la fotografía como hecho momentáneo
y el de la pintura como un proceso.
Así,  de esa manera, el ojo de
Hopper se convierte en su visión interna, en la esencia de las fotografías.
© Richard Tuschman
Algo de todo lo que se habló aquella vez en Essen, llegó a los oídos del fotógrafo Richard Tuschman quien,  varios años después,  realizó un especial trabajo fotográfico titulado justamente: Hopper Meditaciones.
© Richard Tuschman
“ Mis fotos divergen de la pintura de Hopper – señala Tuschman-
.  El estado de ánimo general en mi
trabajo es más sombrío, y la iluminación es menos dura que en sus pinturas.
Estoy tratando de conseguir un efecto tal vez más cerca de los claroscuros de
Rembrandt, otro pintor que admiro mucho.
© Richard Tuschman
Este trabajo de Tuschman logró el tercer premio del prestigioso Lens Culture Exposure Awards 2013, elegidoentre más de 10.000 fotografías enviadas por fotógrafos de
62 países.
© Richard Tuschman
«Me gusta pensar  que
la iluminación es otro personaje que no sólo ilumina la forma de las figuras,
sino también hace eco y evoca su vida interior. Me gusta pensar en mis imágenes
como dramas para un pequeño escenario».
© Richard Tuschman
 “Siempre me ha gustado
la forma como pintaba Hopper  con una
gran economía de medios – confiesa Tuschman-  pero que era capaz de hacer frente a cualquier
misterio psicológico y las complejidades de la condición humana”.

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Acerca de marcelocaballero

Marcelo Caballero. Fotógrafo, poeta
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2 respuestas a El arte de lo real y también de la meditación

  1. Luisa dijo:

    No conocía la obra de Tuschman, interesante. Pero no puedo dejar de pensar en los remakes cinematográficos que tanto abundan y tanto me molestan. ¿Dónde termina el plagio y dónde empieza la originalidad?

  2. Emerty Wolf dijo:

    Aaaaaaix pero que maravilla de post!! Muchísimas gracias!!
    Tampoco conocía a Tuschman! Sus imagenes me han cautivado! Como el título de su trabajo me he quedado yo, meditativa, en paz y abstraida!
    Gracias de nuevo! Con tu permiso comparto! 🙂

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