1968 – 69 © Judy Winogrand |
Vivimos en un mundo de etiquetas. Cada cosa tiene que tener
un nombre y un apellido. Todo tiene que tener una clasificación, un
ordenamiento. Y el mundo de la fotografía no es la excepción.
un nombre y un apellido. Todo tiene que tener una clasificación, un
ordenamiento. Y el mundo de la fotografía no es la excepción.
En la actualidad, en lo que concierne a la llamada fotografía
urbana, fotografía de calle o en su anglicismo street photography, las clasificaciones están al orden del día y
todo ello lleva a más confusión y ambiguedad. Al fin y al cabo sólo se trata de fotografía
y, sobre ello, Garry Winogrand entendía bastante bien.
urbana, fotografía de calle o en su anglicismo street photography, las clasificaciones están al orden del día y
todo ello lleva a más confusión y ambiguedad. Al fin y al cabo sólo se trata de fotografía
y, sobre ello, Garry Winogrand entendía bastante bien.
© Garry Winogrand |
Durante la visita que realicé este año, a la expo del genial fotógrafo americano, en la Fundación Mapfre de Madrid,
conocí a Patricia Raijenstein, una educadora para adultos especializada en
fotografía de la Fundación quien, en aquel momento, realizaba las visitas guiadas a la expo.
conocí a Patricia Raijenstein, una educadora para adultos especializada en
fotografía de la Fundación quien, en aquel momento, realizaba las visitas guiadas a la expo.
Al principio de la conversación, le comenté, a modo de presentación, que Winogrand
era considerado, por muchos fotógrafos urbanos actuales, uno de los padres de esta práctica fotográfica
documental. Y la charla, – con esta licenciada en historia con amplia experiencia
en didáctica de la cultura visual -, de
pronto, tuvo un cambio brusco, un giro
de 180 grados que me conmovió los cimientos de las etiquetas. Para Patricia,
Winogrand no es un fotógrafo documental. Sólo un fotógrafo, ni de calle, ni
documental, ni de hostias.
era considerado, por muchos fotógrafos urbanos actuales, uno de los padres de esta práctica fotográfica
documental. Y la charla, – con esta licenciada en historia con amplia experiencia
en didáctica de la cultura visual -, de
pronto, tuvo un cambio brusco, un giro
de 180 grados que me conmovió los cimientos de las etiquetas. Para Patricia,
Winogrand no es un fotógrafo documental. Sólo un fotógrafo, ni de calle, ni
documental, ni de hostias.
© Garry Winogrand |
“Ël quería ser poeta – señala Raijenstein – no fotoperiodista,
ni fotógrafo documental. Quería que el espectador fuera activo y completara la
información. No quería decir al espectador lo que tenía que pensar o decir,
sino que reelaborara el mensaje con sus propias experiencias. Por eso le gusta
Walker Evans porque decía que el fotógrafo era transparente”.
ni fotógrafo documental. Quería que el espectador fuera activo y completara la
información. No quería decir al espectador lo que tenía que pensar o decir,
sino que reelaborara el mensaje con sus propias experiencias. Por eso le gusta
Walker Evans porque decía que el fotógrafo era transparente”.
Y continúa. “Creo que es justamente por partir de un
contexto donde la fotografía era fundamentalmente fotoperiodismo o la
fotografía documental – de tradición europea- Winogrand se quiere alejar de esos
conceptos, por eso nunca hablaba de lo que querían decir tus fotografías. Y le
acusaban de mentiroso porque no quería decir la verdad, sino lo que él llamaba “el
problema fotográfico”, es decir, que la fotografía fuera una imagen propia más
allá de ser esclava a la realidad”.
contexto donde la fotografía era fundamentalmente fotoperiodismo o la
fotografía documental – de tradición europea- Winogrand se quiere alejar de esos
conceptos, por eso nunca hablaba de lo que querían decir tus fotografías. Y le
acusaban de mentiroso porque no quería decir la verdad, sino lo que él llamaba “el
problema fotográfico”, es decir, que la fotografía fuera una imagen propia más
allá de ser esclava a la realidad”.
© Garry Winogrand |
“Lo que pasa es que al ser un fotógrafo urbano y realizar
imágenes figurativas nosotros lo conectamos mucho más con la fotografía
documental. En realidad, un tema
fundamental aquí es cuestionarnos qué es un documento”.
imágenes figurativas nosotros lo conectamos mucho más con la fotografía
documental. En realidad, un tema
fundamental aquí es cuestionarnos qué es un documento”.
En el voluminoso catálogo de la expo, según el texto de Sandra Phillips, a
Winogrand le parecía fascinante la relación que se establecía entre el mundo
real y la fotografía. “Muchas veces –
prosigue la educadora – hacía una fotografía sólo para ver como la cámara
revelaba esa escena que acababa de captar, diferente a lo que estaba en su
mente”.
Winogrand le parecía fascinante la relación que se establecía entre el mundo
real y la fotografía. “Muchas veces –
prosigue la educadora – hacía una fotografía sólo para ver como la cámara
revelaba esa escena que acababa de captar, diferente a lo que estaba en su
mente”.
© Garry Winogrand |
“Cuando él mira, quiere entender la sociedad en la que está,
no quiere contar, sino investigar. Y, por eso, quizás, más que un documento, un
certificado, es una investigación, una pregunta” Según Phillips, se distancia
de la fotografía documental y del fotoperiodismo. Se acoge a la instantánea,
con la estética de lo cotidiano, que refleja el caos inminente. “Quiere entender
una cultura. No tiene un interés sociológico o ilustrativo, sino de
investigación” señala Raijentein.
no quiere contar, sino investigar. Y, por eso, quizás, más que un documento, un
certificado, es una investigación, una pregunta” Según Phillips, se distancia
de la fotografía documental y del fotoperiodismo. Se acoge a la instantánea,
con la estética de lo cotidiano, que refleja el caos inminente. “Quiere entender
una cultura. No tiene un interés sociológico o ilustrativo, sino de
investigación” señala Raijentein.
En otro texto del catálogo, Sarah Greenough comenta que” en cualquier otro
contexto que no fuera el artístico, habría sido criticado por no terminar un
encargo. Pero como estamos en un contexto artístico, en lugar de eso, lo
premian con una exposición y un catálogo certificados por una de las
instituciones más prestigiosas del país”.
contexto que no fuera el artístico, habría sido criticado por no terminar un
encargo. Pero como estamos en un contexto artístico, en lugar de eso, lo
premian con una exposición y un catálogo certificados por una de las
instituciones más prestigiosas del país”.
© Garry Winogrand |
Y para terminar este post en el cual dejo muchos
interrogantes en el aire ( al fin y al
cabo, de eso se trata para salir de las
etiquetas), el mismo Winogrand decía que “el término instantánea, como tantos
utilizados para hacer distinciones o encasillar a los fotógrafos y a las
fotografías, es responsable de muchos malentendidos sobre la fotografía (…) Ni “instantánea”,
“documental”, “ paisajista” , etc. Son descripciones de estéticas fotográficas
diferenciadas. Sólo existe la fotografía, con su estética propia y única”.
interrogantes en el aire ( al fin y al
cabo, de eso se trata para salir de las
etiquetas), el mismo Winogrand decía que “el término instantánea, como tantos
utilizados para hacer distinciones o encasillar a los fotógrafos y a las
fotografías, es responsable de muchos malentendidos sobre la fotografía (…) Ni “instantánea”,
“documental”, “ paisajista” , etc. Son descripciones de estéticas fotográficas
diferenciadas. Sólo existe la fotografía, con su estética propia y única”.
© Garry Winogrand |
Hasta pronto!
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Lo que comenta Patricia no es nada nuevo que no sepa quien conoce a Garry, pero el problema reside en que siempre será un gran desconocido (lo decía Thomas Roma hace poco). Es curioso que se le considere el padre de la street photography cuando bien sabemos que odiaba el término ya en los 80 y que tal medalla se le podría colgar con más atino a Atget, por ejemplo. Incluso en 1967 con la expo New Documents, varios de ellos no encajaron bien el término "document". Por otro lado, nadie ha conseguido igualarle, algo que sí le ocurre a Alex Webb o a Manos que tienen imitadores muy buenos. Es el Godard de la fotografía, la tercera vía para los que ya nos aburren un poquito los maniáticos Cartier Bresson y Ansel Adams.
Es cierto que Winogrand odiaba el término "street photography" pero también es cierto que en la década del '60, Friedlander, Meyerowitz, Tony Ray Jones, él y otros comenzaron a realizar instantáneas en espacios públicos, no sólo para disfrutar, sino para documentar en forma sistemática, la época en que vivían. Esos trabajos comenzaron a exponerse en galerías, museos y aparecieron los primeros foto libros. Y el tema del New Documents fue una invención de John Szarkowski; etiquetas que no compartían los fotografos como Winogrand. En lo que a mi me concierne creo que la supervivencia de la fotografía urbana estará ligada a los buenos y originales proyectos más allá que sean considerados documentos o arte.