La Alhambra que fascinó a los románticos

En general, cada vez que planificamos un viaje vacacional, tratamos por lo menos de mirar en guías, libros o por Internet, fotografías que nos seduzcan y así, decidir hacer el viaje soñado.
De esa manera, la fotografía de viaje cumple con una de sus funciones vitales: informar y transmitir ciertas sensaciones o fantasías que nos inciten a ir a ese lugar.
Pero antes no era tan fácil como ahora. Había que apelar a la imaginación, la referencia de algún libro o, tal vez, algunos privilegiados podían tener acceso a ciertas pinturas. De esa manera se guiaban los viajeros antiguos.
No conozco nada que me deleite más que la literatura española antigua (…) La literatura española participa del carácter de su historia y de su pueblo: tiene un brillo oriental. La mezcla de ardor, magnificencia y romance árabes con la antigua dignidad y orgullo castellanos” apuntaba en su cuaderno de viaje, Washington Irving,  antes de decidirse a vivir durante un tiempo en la misma Alhambra a partir de 1828 .
Tal vez, su  «Cuentos de la Alhambra» , ,editado por primera vez en Nueva York en 1832, haya sido uno de los grandes disparadores de los viajeros del siglo XX para visitar Granada y el famoso palacio nazarí.

La historiadora alicantina Cristina Viñes Millet publicó en el 2007 un libro que justamente describe todo este tema titulado «La Alhambra que fascinó a los románticos».
Esta apasionada investigadora de la Universidad de Granada publica en los anexos del libro,  una serie de dibujos y pinturas pertenecientes al movimiento romántico que, salvando las distancias, cumplieron la función de los fotógrafos de viaje de la actualidad.
A los pintores románticos les encantaba realizar cuadros con temas relativos a la historia moderna y en especial, trabajaron los paisajes con pespectiva natural e incluyeron gente normal y corriente.
Quiero compartir con ustedes algunos ejemplos de todo ello. Y que me da la sensación que influyeron en la forma de entender visualmente la Alhambra desde los primeros fotógrafos. Hasta pronto!!  

Tenderete de los aguadores en la plaza de los aljibes de la Alhambra – J.F. Lewis. 1833



Patio de los Arrayanes. Eduard Gerhardt. 1850



La Alhambra y el Generalife desde Albaicín. David Roberts. 1835

Puerta de la Justicia. Asselineau. 1853

Acerca de marcelocaballero

Marcelo Caballero. Fotógrafo, poeta
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4 respuestas a La Alhambra que fascinó a los románticos

  1. El lugar sigue siendo fascinante.

  2. Si, Agustín..está bien protegido…un abrazo

  3. Rafa Badia dijo:

    La Alhambra, además de inspiración para pintores decimonónicos, también es un clásico de los fotógrafos de viaje peninsulares. Recuerdo que la portada del 1er número de Viajes National Geographic era una estupenda imagen de Navia, que escapaba de la imagen tópica. Un abrazo.

  4. Me habría gustado ver esa imagen. Gracias por el comentario y hasta pronto!!

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