Muchas veces a los que nos gusta viajar, nos definimos como
viajeros cuando en realidad no lo somos. Simplemente soy un turista y lo digo con orgullo. ¿Por qué?, porque siempre llevo conmigo cuando viajo, un billete de ida y, otro de vuelta. Así, de
alguna manera, nos definió Paco Nadal en un post del año pasado.
viajeros cuando en realidad no lo somos. Simplemente soy un turista y lo digo con orgullo. ¿Por qué?, porque siempre llevo conmigo cuando viajo, un billete de ida y, otro de vuelta. Así, de
alguna manera, nos definió Paco Nadal en un post del año pasado.
Me acordé de ello cuando un tiempo atrás, fui a visitar (ya es una costumbre desde hace
años) el templo de los libros de viajes en Barcelona: la librería Altair. Y allí
me encontré con un libro escrito por una pareja de argentinos definidos como viajeros por Paco en su post. Al hojear sus páginas, me sorprendí mucho porque me dí cuenta en el acto que aún existen esas personas que son VIAJEROS en mayúsculas, esos que sacan un billete de ida con todo lo que acarrea esa decisión.
años) el templo de los libros de viajes en Barcelona: la librería Altair. Y allí
me encontré con un libro escrito por una pareja de argentinos definidos como viajeros por Paco en su post. Al hojear sus páginas, me sorprendí mucho porque me dí cuenta en el acto que aún existen esas personas que son VIAJEROS en mayúsculas, esos que sacan un billete de ida con todo lo que acarrea esa decisión.
Se trata de Atrapa tu sueño (Tres Américas una Huella 2013)
que relata las aventuras de Hernan y Candelaria Zapp que llevan once años viajando con un coche de 1928 y han convertido el
desplazamiento en una forma de vida y en ruta han formado una familia.
que relata las aventuras de Hernan y Candelaria Zapp que llevan once años viajando con un coche de 1928 y han convertido el
desplazamiento en una forma de vida y en ruta han formado una familia.
La familia Zapp en Japón |
Muchos se preguntarán como se mantienen, no?. “Cuando uno vive una vida nómada como la
nuestra – señala Hernán – necesita del
afecto de la gente”. Quizás esa visceral necesidad, los llevó, casi
siempre, a dormir en casas de familias que los acoge con mucho cariño durante el desplazamiento . Y con
el tiempo recibieron ayudas de todo tipo: mecánicos y repuestos para el
automóvil hasta patrocinios de adinerados empresarios.
nuestra – señala Hernán – necesita del
afecto de la gente”. Quizás esa visceral necesidad, los llevó, casi
siempre, a dormir en casas de familias que los acoge con mucho cariño durante el desplazamiento . Y con
el tiempo recibieron ayudas de todo tipo: mecánicos y repuestos para el
automóvil hasta patrocinios de adinerados empresarios.
Si os apetece, pasen por su web para leer detenidamente
todos los recorridos que han realizado estos genuinos nómades con billete de ida. Por
lo pronto, los dejo con un vídeo de su paso por Australia.
todos los recorridos que han realizado estos genuinos nómades con billete de ida. Por
lo pronto, los dejo con un vídeo de su paso por Australia.
Un abrazo!
maravilloso libro!