Los metros siempre han sido motivo de fascinación para los fotógrafos. En estos espacios subterráneos, en estos oscuros lugares de tránsito se han realizado grandes trabajos como el de Walker Evans o el de Bruce Davidson por citar algunos de los proyectos más famosos.
Pero hay uno que rompe con todas las reglas y, desde mi punto de vista, roza el surrealismo urbano. Me refiero al trabajo que realizó el fotógrafo Michael Wolf en el metro de Tokyo y se llama: Tokyo Compression.
Publicado inicialmente en el 2010, este libro aborda la visión de un metro de una megalópolis como Tokyo desde una perspectiva aterradora. «En ningún lugar nos acercamos, involuntariamente, a nuestro prójimo que en el subsuelo. El metro es un lugar conspirativo para los excesos humanos: la compresión forzada de la ansiedad, el dolor, la locura y la furia. En el ámbito del subterráneo sin alma, el metro suburbano representa la prueba definitiva para el habitante de la ciudad de hoy, el lugar donde se revela el enfoque crucial de sus ansiedades, restricciones, neurosis, deseos y esperanzas ineludibles señala Christian Schüle en el prólogo del libro.
Fotografía © MIchael Wolf
Las 75 imágenes de este libro reflejan la verdadera locura que se vive diariamente en el metro de una de las ciudades más pobladas del mundo. Cada día miles y miles de personas entran en este infierno subterráneo y las imágenes hablan por sí solas.
Fotografía © MIchael Wolf
Las imágenes para la compresión de Tokio se fotografiaron en la estación Shimo-Kitazawa en Tokio durante un período de cuatro años. Con el tiempo, Wolf se ha comprometido con el potencial evocador de la abstracción, recortando y volviendo a encuadrar sus imágenes para perfeccionar más estrechamente sus temas. Como primicia, acaba de salir la tercera parte de este proyecto con nuevas fotografías sobre este drama que viven los japoneses cada día.
Había visto imágenes sueltas sin saber que pertenecían a un proyecto como este. Sin duda hay que tenerlo en cuanta. Todo aquello que rompa lo establecido manteniendo los principios básicos del encuadre, la luz y la propia composición deben de ser contemplados con mucha paciencia para ir descubriendo poco a poco lo que se esconde a simple vista.
Un abrazo
Si, Jan. Este proyecto, bastante street en su mirada, me hace recordar en relacion a encuadres compositivos al proyecto Car – pooling de Cartagena, recuerdas?. Cartagena recuadraba camionetas y gente; Wolf a ventanas de metros y gente. Lo importante es lo que pasa en su interior.
Lo interesante de estos proyectos es que cada imagen habla por sí sola, y a la vez, están unidos por un objeto, el metro, las pick- up, etc….allí puede haber un camino de continuidad visual que le de fuerza y coherencia al proyecto.