Las relaciones entre el cine y la ciudad han sido ampliamente estudiadas y analizadas a lo largo de los años. Y no sólo como centro de producción, promoción turística o divulgación de temas urbanos; sino también como un espacio de reflexión y aprendizaje. En ese contexto, me gustaría mencionar 5 films (hay muchos más pero mencionaré mis preferidos) que de alguna manera constituyen manuales de composición fotográfica. Y en donde te pueden mostrar un camino pleno de creatividad, reflexión visual y, por sobre todas las cosas, de estímulo para adentrarte (con más argumentos) en la impredecible aventura de deambular por una ciudad con una cámara.
Manhatta (1921). Charles Sheeler y Paul Strand
Con este documental aprendí a entender el lenguaje fotográfico y el uso de distintas variantes de composición como los contrapicados y los picados y fundamentalmente como narrar visualmente un momento de una ciudad
Daybreak Express (1953) de D. A. Pennebaker
Con este cortometraje no sólo entendí el valor del color, también comprendí que la música (Duke Ellingtong) puede complementarse muy bien con la fotografía y le brinda un plus de emoción. El ritmo del jazz se presta de forma adecuada a la instantánea impredecible de la calle.
Pestilent City (1965) de Peter Emmanuel Goldman
Este film me transmite una espontaneidad y naturalidad asombrosa de las escenas callejeras y en especial de la otra cara de la ciudad, un tanto más oscura y enigmática. Creo que “el estar cerca” en esta película se consuma a la perfección. Otro manual de composición fotográfica.
Stalker (1978) de Andrei Tarkovski. Director de Fotografía: Aleksandr Kniazhinski
No sé que más puedo agregar a esta obra maestra del cine que no se haya dicho. Recomiendo que lean Zona del gran escritor inglés Geoff Dyer. Solo puede comentarles que a partir de Stalker comprendí la fotografía urbana como una poesía llena de emoción visual.
My Blueberry Nights (2007) de Wong Kar-wai. Director de Fotografía: Darius Khondji
Con este film entendí el valor de la luz y el color en espacios nocturnos de la ciudad. Una verdadera delicia de talento y valor fotográfico lo que destila este film exquisitamente narrado por Kar- wai