“Desde el punto de vista del puro Arte podría establecerse el axioma de que no existe tal cosa como el tema, el estilo es una forma absoluta de ver las cosas”
Gustave Flaubert
A medida que el camino de tu propia existencia avanza inexorable al compás del tiempo, la fotografía “se va mascando” con mayor crudeza y te vas dando cuenta con una claridad “in crescendo”que lo que intentas hacer con la cámara en mano, es explicarte a ti mismo y al entorno que te rodea. Y en ese contexto “la mirada” se va limpiando y todo se hace más simple.
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Ni siquiera se sabe a ciencia cierta por qué pasa. Quizás sea la experiencia (o inexperiencia) de los años. O esa añoranza que de tan lejana, asusta a los sentidos, a las emociones. Pero en algún momento, salta y se sumerge en tus necesidades vitales y también fotográficas. Y allí, en ese punto, la cámara como medio de expresión, clarifica tu mente y comienzas a entender que toda tu vida gira como un búmeran hacia tu presente. Y así comienza otra gran aventura, un proyecto de vida. O como le llaman los más puristas, un proyecto de autor.
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Y así, sin darme cuenta, llevado por un azar tantas veces buscado, nace CUATRO MOVIMIENTOS, una metáfora visual sobre el paso del tiempo. Que no es un tiempo cualquiera: puede que sea una tentativa de explicación de ti mismo en una vida en exilio, lejos de la tierra donde naciste. Y eso para mi es como un viaje iniciático proyectado en la fotografía.
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De esa manera, fotografiar esos movimientos (traducidos en metáforas del tiempo): ARMONÍA, CONTRAPUNTO, ARPEGIO Y FUGA atesoran lo que siempre intenté o intento, con cámara en mano, cada vez que salgo a la calle a fotografíar. Y eso ya lo tengo claro… un poco para seguir viviendo…