La verdad en la vida no se corresponde con la verdad en el arte

Fotograma del film El Espejo (1975) Andréi Tarkovski

«Si durante mi trabajo, descubro que un cierto plano o toma podría parecerse a lo que ha hecho antes otro gran director, intento evitarlo. Modifico la escena para evitar que pueda ocurrir. En todo caso, rara vez ocurre».

«Por ejemplo, me pasó una vez, hace mucho tiempo, mientras rodaba <El Espejo> cerca de Moscú me enfrenté a una escena en la que un chico (que resulta ser el protagonista de la película) está en un cuarto imaginando lo que está haciendo su madre en ese momento en el cuarto de al lado. La madre está con otra mujer que viene a venderle unos pendientes. Es un primer plano. Y entonces la madre mira en un espejo el reflejo de la vendedora de los pendientes. Pero el espejo no existe, la actriz mira directamente a la cámara. Y da la impresión de que se la ve reflejada en un espejo. Cuando iba a rodar, me di cuenta de repente de que ese plano podía haberse sacado de un film de Bergman. Tal y como se formaba el plano, era el mismo resultado. En ese caso concreto, decidí dejar las cosas como estaban: rodar la escena tal y como la había organizado».

Parte de la escena del niño mirando el espejo a partir de 1:27

Es imposible romper con nuestro entorno. Aunque a todos nos gustaría hacer algo personal y original. Está claro que si un director trabajase en el vacío, absolutamente solo. Su trabajo sería, sin lugar a dudas, diferente. El cine se divide, principalmente en dos categorías de autores. Por un lado, están los que imitan e intentan recrear el mundo en que viven. Por otra parte, están los que crean su propio mundo. Aquellos que crean su propio mundo son generalmente poetas. Por ejemplo, Bresson, Dovzhenko, Misoguchi, Bergman, Buñuel, Kurosawa.

«Por esa razón, resulta difícil distribuir sus películas porque son el resultado de la elaboración de su mundo personal que se corresponde con sus ideas y sus intereses personales. Estos autores casi siempre van en contra del gusto general de los espectadores. Pero no porque no quieran ser comprendidos por el público. Sino porque prefieren escuchar y comprender las necesidades que siente la audiencia, el público. Las películas comerciales no pueden, por su naturaleza, satisfacer las necesidades e intereses más íntimos y profundos de cada espectador«

«Cada forma de arte (como en este caso el cine) tiene su propio elemento específico. Significa que tiene un contenido, un sujeto que no se corresponde con la esencia de otras formas de arte, de otras actividades artísticas. En la práctica, es lo que distingue a un arte de otro. La fotografía podría ser una forma de arte. Todos conocemos a Cartier Bresson, un genio en ese campo. Tenemos la pintura que no puede competir con la fotografía. Igual que la fotografía no puede competir con la pintura. Lo que hacen las películas, no puede hacerlo otra forma de arte».

«Creo que el cine es la única forma de arte que opera con el concepto de tiempo. Me refiero al “tiempo” en el sentido literal de la palabra (desde el momento que decimos “acción” hasta que decimos “corten”: es la fijación de la realidad, la fijación de la esencia del tiempo. Es una forma de preservar el tiempo que, en teoría, nos da la posibilidad de avanzar y retroceder como queramos. Ninguna otra forma de arte es capaz de fijar el tiempo como el cine. ¿qué es el cine?. Es un mosaico hecho con tiempo«.

«A pesar de la fijación del tiempo del mismo registro del tiempo, el autor o los autores tienen la posibilidad de imponer su propia creatividad a la película».

Textos extraídos de la conferencia de Andréi Tarkovski en el documental “El Cine es un mosaico hecho con tiempo” dirigido por Donatella Baglivo  Roma 1982

Acerca de marcelocaballero

Marcelo Caballero. Fotógrafo, poeta
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